LIBRO 2- TÚ ERES MÍA.
ALMAS GEMELAS.
(((CORRIGIENDO Y EDITANDO)))
Se habían separado y aun así estaban unidos por el hilo del recuerdo. Más de un año distanciados y sus corazones seguían unidos, cada uno solo añoraba la presencia del otro, sus ojos...
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Demian.
Llevo mi cabeza hacia atrás terminando de vaciar la botella del líquido ámbar que se desliza por mi garganta quemándola a su paso.
«La estrello contra la pared una vez vacia».
«Maldita frustración de mierda»
Vidrios están esparcidos por la estancia de mi departamento.
Coloco el móvil frente a mi cara y marco el número de Patrick, quien contesta al segundo tono.
-Demian...
-¡Te quiero fuera de la sociedad!-Lo corto-No quiero verlos a ninguno de ustedes colocando un pie en mi empresa.
-¿Qué hizo Pamela ahora?
-Te lo advertí, que mantuvieras a tu maldita hija lejos de mi mujer. No sirves para controlar la loca de tu hija, entonces no sirves para media mierda.
-¡De mi hija no hablas así...
-¡Yo hablo cómo a mí me dé la gana!. Tu hija no me deja en paz, no termina de aceptar que voy a tener un hijo y que voy a casarme.
Se aclara la garganta.
-Mi hija tiene razones para tomar las actitudes que toma-Justifica-Si más no te acuerdas, fue tu mujer la que se metió en la relación que tú tenías con Pamela.
-Con Pamela nunca tuve una relación Patrick, que ella nunca quiso aceptarlo es otra cosa.
-No es necesario romper la sociedad Demian...-Respira hondo-Déjame hablar con ella.
-¡No!. No te quiero en mi empresa, y dile a Pamela que voy a mandar a meter una orden de alejamiento, la quiero a kilómetros de mi mujer y mi hijo, y te lo advierto Patrick, a mi mujer o a mi hijo le llegan a pasar algo por culpa de las estupideces que hace tu hija y no me voy a ser responsable de mis actos.
-¿La estás amenazando?.
-Tómalo cómo quieras. Que se atenga a las consecuencias si a mi mujer o a mi hijo les pasa algo-Advierto.
-Vamos a hablar-Pide calmado-No es necesario llegar a estos extremos, sabes bien que puedo demandarte si me retiras de la sociedad.
-Haz lo que quieras, sabes bien que tienes la de perder.
Cuelgo la llamada.
Me voy al sofá. Me siento y mi mirada queda fija en la nada, ¿Cómo mierdas voy a hacer para que Aleska me crea?, si a fin de cuentas esas fotos dan para pensar muchas cosas.
Me froto la cara «Respiro hondo» me siento agobiado y cansado, no tengo paz ni un puto momento.
¿Por qué mierda se atrevió a hablar con ese maldito?, ¿Para vengarse?, ¿Para retarme?. Porque si lo hizo para cabrearme, lo logró, los celos me tienen como un puto volcán en erupcion y el veneno suplanta la sangre de mis venas.
