LIBRO 2- TÚ ERES MÍA.
ALMAS GEMELAS.
(((CORRIGIENDO Y EDITANDO)))
Se habían separado y aun así estaban unidos por el hilo del recuerdo. Más de un año distanciados y sus corazones seguían unidos, cada uno solo añoraba la presencia del otro, sus ojos...
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Demian.
El sudor desliza por mi cuerpo cuando arremeto contra el saco de boxeo, mis nudillos duelen, sin embargo, eso no me impide seguir golpeando una y otra vez.
Maldito sueño, maldita pesadilla, solo es el reflejo de lo que aturde mi cabeza cada día.
Ella en manos de otro, su cuerpo siendo tocado por alguien más... por él.
«...Entro a su departamento encaminándome a su habitación, mi mano toma la perilla de su puerta y la abro. Me detengo mirando la escena frente a mi...
Sangre, y más sangre destilan de mis manos...
Lo mato a él por tocarla y la mato a ella por infiel...»
Maldita sea.
Me cuesta respirar, estoy hiperventilando y no se si es por el esfuerzo físico que estoy haciendo o por lo cabreado que estoy.
Ese torbellino de pensamientos me confunde, me aturde y me atormenta, me pone a dudar incluso confiando a ciegas en ella. La mente puede ser tu mayor enemigo y tu principal destructor.
Paro con lo que hago, estoy sudando y respirando agitado, la estancia ya está bañada con la luz matutina del sol.
Salgo del gimnasio para irme a mi habitación, desnudo mi cuerpo yéndome al baño por una ducha de agua fría.
Minutos después envuelvo una toalla en mi cintura y me voy al lavado cepillando mis dientes, me echo crema de afeitar en mi rostro procediendo a arreglarme la barba.
Hoy es sábado y me voy a vestir de forma casual para ir a la empresa.
Miro mi reloj de mano y son pasadas las 8 de la mañana. Me siento en el sofá de la habitación tomando mi móvil y marco para una videollamada. Aleska descuelga en el segundo tono y el móvil me muestra a mi mujer recién levantada.
-Buenos días, amor-Dice con los ojos aún adormecidos.
El único momento de paz que encuentro desde que ellos se fueron es cuando hablo por videollamada con Aleska, está semana se me ha hecho eterna.
-Bien amor-Su mirada conecta con la mía a través del móvil-Debo verme fatal recién levantada.
-Sabes que no es así, incluso recién levantada te ves hermosa. ¿Y el bebé?-Le pregunto-¿Cómo amaneció Dylan hoy?
-Bien-Baja el móvil enseñándome la barriga mientras se la acaricia y después vuelve a poner el teléfono frente a ella-Viste el video que te envié ayer de cómo se mueve la barriga cuando el bebé lanza pataditas.
