LIBRO 2- TÚ ERES MÍA.
ALMAS GEMELAS.
(((CORRIGIENDO Y EDITANDO)))
Se habían separado y aun así estaban unidos por el hilo del recuerdo. Más de un año distanciados y sus corazones seguían unidos, cada uno solo añoraba la presencia del otro, sus ojos...
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Demian.
Estiro mi mano hacia la mesa de noche cuando la alarma suena, la apago. Anoche no dormí ni una mierda «froto mis ojos», la ansiedad no me permitió conciliar el sueño.
Fijo mi atención al techo colocando una mano bajo mi cabeza.
Entiendo que Aleska tenga sus obligaciones en los Ángeles, pero somos pareja y como pareja debemos estar juntos en el mismo lugar, la empresa de aquí ya no me permite estar en un ir y venir, así que si o si, debo hacer qué Aleska se quede conmigo ya de forma definitiva aquí o permanente, todo dependerá de cómo marchen las cosas en la empresa.
Tocan la puerta de mi habitación rompiendo con mis pensamientos.
Me levanto con teléfono en mano y esperándome detrás de la puerta está la señora del servicio.
-Buenos días señor-Me hace un gesto de asentimiento-Vine temprano como me lo ordenó.
Paso por su lado frotando mis cabellos.
-Termina de hacer tus pendientes, antes del mediodía quiero todo listo.
-Como diga señor.
Me voy al balcón y me tumbo en una de las tumbonas, coloco el móvil frente a mi y procedo a marcar a Aleska.
Se lo perezosa que es para levantarse en las mañanas, y si no la despierto capaz se quede dormida y pierda el primer vuelo.
Coloco el aparato en mi oído frotando mis ojos.
Su móvil repica y me manda a operadora.
Vuelvo a marcar, lo mismo.
Vuelvo a marcar, lo mismo.
Que mierda con Aleska.
Vuelvo a marcar, lo mismo.
Otro intento y igual, joder que problema con esta mujer.
Vuelvo a marcar y descuelga.
-¡Que fastidioso eres!-Me dice una Aleska con voz adormilada cuando descuelga el móvil.
Omito lo que me dice.
-Buenos días, nena-Llevo mi cabeza hacia atrás con los ojos cerrados-Ya despiértate para que te vayas arreglando, quiero que tomes el primer vuelo que salga hoy.
-Amor...-La escucho bostezar-El primer vuelo sale a las 8 de la mañana.
-Por eso, levántate y alístate sabes lo que te tardas en arreglarte.
Miro al frente, el sol ya está en todo su esplendor.
-Déjame comer algo y ya después me arreglo, ¿Si?, Aún está temprano.
