Capítulo 9: "Sinceridad y confrontación

585 83 36
                                    

Taehyung


Noté que hablar con Jimin era reconfortante. Escondidos de los demás, bajo las gradas, me permití explayarme, contándole algunos detalles de cómo era el trato que me daban en casa, cómo era mi relación con los miembros de mi familia y cuánto extrañaba mi tierra natal.

Al enano le brillaban los ojitos y asentía comprensivamente tras cada dato nuevo que desentrañaba sobre mi vida. Se mantenía callado, emitiendo ciertos monosílabos cada tanto para que supiera que no lo estaba aburriendo y me sonreía, brindándome ánimos cuando me avergonzaba confesarle algo.

Su mirada amigable hacía que quisiera soltarlo todo, pues siempre tenía un consejo tímido para brindar, a pesar de no compartir mi misma situación. Era un chico inteligente, con ciertos conocimientos como para ver objetivamente las cosas. Le admiraba eso, pues yo carecía del poder de ver desde lejos mis propios problemas y elegir lo correcto.

No tenía idea de cuánto tiempo había transcurrido desde que nos encontramos. No obstante, lo que me tranquilizaba era que, gracias a su compañía, mis ansias por ir a empolvarme la nariz parecían haberse apaciguado.

Su vocecita dulce me calmaba, arrullaba mi necesidad manteniéndola a raya. Su energía renovadora era tan contagiosa que me era imposible no caer rendido por la positividad que emanaba.

–Entonces... ¿Seokjin y tú no son muy cercanos? –preguntó con curiosidad ante el tema de mi hermano mayor.

Permanecimos sentados en el suelo, escondidos contra uno de los muros. Jimin estaba justo a mi lado, compartiéndome el nuevo cigarrillo que había encendido para relajarme.

–Solíamos serlo de niños. Ahora que está más grande, va a la universidad y todo eso, siento que se cree superior a mí. Ya no somos confidentes como lo éramos antes. Incluso dejó de defenderme frente a papá porque prefiere llenarse los oídos con los halagos que le da por ser el mejor hijo que tiene.

–Lo siento mucho, Taehyung –frunció el ceño, alargando una mano suave hasta enredarla con una de las mías. Me dio un ligero apretón e inclinó su cabeza hasta reposarla en mi hombro–. De veras lo siento. Es una lástima que las personas no puedan ver con claridad lo fuerte que eres. Y mira, apenas estoy sabiendo más cosas de ti y no puedo evitar pensar que tienes un brillo especial por soportar tu carga. Eres increíble.

–No lo creo. Nada más soy un estúpido.

Jimin chasqueó la lengua, molesto. Me pellizcó la palma de la mano con sus diminutos deditos y protesté entre risas, intentando deshacer su agarre, a lo que él hizo mayor presión para evitarlo.

–Estoy intentando subirte el ánimo. No me lo pongas difícil –se quejó, arrugando la nariz.

Le miré directo, haciendo que nuestras frentes volvieran a unirse como si no aguantaran estar separadas y él contuvo una sonrisa a mi costa.

–Lo siento por lo del otro día en el bar –susurré, acariciando su preciosa naricita de botón con la mía–. No debí dejarme llevar.

–Me asustaste mucho. Tenía miedo de que te pudieras descompensar y ese chico ni siquiera tenía intenciones de ayudarte, más bien hizo lo contrario.

–Tim no es malo –le aclaré, firme al respecto. No era el responsable de mi creciente adicción, sino que fui yo el que siguió adelante con ese rumbo. No iba a dejar que Jimin lo responsabilizara por algo que fue una decisión propia–. Fui yo el que accedió a drogarse en el baño. Cuando entraste y te vio con el celular en la mano, le preocupó que arruinaras su negocio.

Before the baby ║ Kookmin/VminWhere stories live. Discover now