Capítulo 21: "Invitación"

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Jimin

Volver al instituto luego de lo que hicimos Tae y yo me acarreó ciertas dudas.

Tras conversarlo, él me dijo que no quería esconder más sus sentimientos. Eso significaba demostraciones de cariño en público, y ni siquiera estaba seguro de cómo reaccionarían los demás al enterarse de que estábamos juntos. Quiero decir, hasta antes del fin de semana me habían visto con Jungkook, y de pronto el lunes me aparecería de meloso con otra persona. No se vería bien.

Me dejó un poco más tranquilo que Jungkook me apoyara en la decisión. Le pedí que me diera un margen de tiempo para contarle a Tae que pretendía convertir nuestra relación en un trío amoroso, pues no era el mejor momento para llegar con emociones fuertes tras su intento de suicidio. Necesitaba que se sintiera mejor consigo mismo, conmigo, y más tarde lo arreglaríamos todo juntos.

Lo cierto era que alcancé a distinguir la moto de Taehyung aparcada mientras deambulaba por el estacionamiento en busca de un lugar para mi auto. Él ya estaría esperándome en algún lugar del hall de ingreso. El nerviosismo me atenazó las entrañas a medida que avancé por el pasillo donde estaban los casilleros, buscando el mío.

Pude distinguirlo a medida que me acercaba. Él estaba increíblemente guapo, como siempre. Lucía su cabello atado en un rodete desprolijo, con mechones rebeldes esparcidos alrededor de su rostro. La mitad de su cuerpo vestido con el uniforme descansaba sobre la taquilla contigua a la mía, en una pose despreocupada.

Lo que lanzó un escalofrío a lo largo de mi columna, fue la mirada hambrienta que me obsequió. Deslizó sus felinos ojos de arriba abajo por todo mi cuerpo, deteniéndose en el caminar apurado de mis piernas desnudas. Me bajé la falda instintivamente, como si pudiera hacer que cediera unos centímetros más para cubrir mis muslos desprotegidos, y mis mejillas se calentaron de vergüenza.

Deseaba tanto que me reclamara allí con un beso castigador, en medio de ese pasillo. Quería que me ahogara con el calor de su lengua y humedeciera mi paladar con su saliva, sin importarle que estuvieran mirando. Y, de cualquier forma, que miren, para que así vieran que ese hombre también era mío, me pertenecía tanto como Jungkook. Era un pensamiento impulsivo adolescente y hormonal.

Llegué a mi taquilla y ni siquiera lo miré al abrirla. Si me concentraba un segundo en él, lo más probable era que terminara arrojándome a sus brazos. La idea de ser cubierto por los músculos de su piel entintada alborotaba aún más el severo palpitar de mi corazón.

Escuché su grave risita despectiva, desaprobando mi comportamiento.

Me distraje en buscar los libros que necesitaría para mi primera clase junto con los apuntes y no me giré ni siquiera cuando se colocó detrás de mí, haciendo sombra con el ancho de sus hombros.

Solté un jadeo ante el contacto de sus alargadas manos cubriendo mi cintura. Su cuerpo se pegó al mío y me empujó hasta hacer chocar mi cintura contra el borde metálico de la taquilla de abajo.

—¿Así es como piensas saludarme delante de todo el mundo, Park Jimin? —gruñó sobre mi oreja, acariciando en el camino mi cuello con su nariz.

Respiré profundo, intentando no perderme en las oscuras sensaciones que su toque despertaba en mi interior. Tenía su torso hirviéndome la espalda a través de la ropa y su miembro apoyando entre mis nalgas, donde pertenecía.

A nuestro alrededor, los murmullos empezaron. Leves al principio, más audibles mientras pasaban los segundos. Giré apenas la cabeza, captando cómo se reunía la gente en pequeños grupos para cuchichear y señalarnos. Había decepción en sus rostros, incredulidad, enojo, desprecio, burla.

Before the baby ║ Kookmin/VminWhere stories live. Discover now