¿Que tan grande puede ser un cambio?
• Insignificante
• Preocupante
• Catastrófico
Pues en este caso, el cambió fué muy catastrófico. Hasta el punto de hacer que grandes amigos... se hagan enemigos a morir.
1400 en un Reinó de hace mucho tiempo, un...
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[1400]
Hay el amor... Una sensación extraña y misteriosa, puede darse en cualquier momento, sin aviso ni anticipación.
Además de que muchos dicen que es hermoso, otros mueren por amor.
Pero, ¿qué pasa si es un amor imposible? ¿Se podría pasar esa barrera y dificultad?
Pues... En está historia te contaré un amor imposible. No solo de familias enemigas, si no de especies rivales desde siempre.
Todo empieza cuando... Un pequeño niño, tal vez de unos 7 años, caminaba por el pueblo junto a su guardia.
La actitud positiva del niño era envidiada, ¿Quien carajos estaba feliz cuando tenían una amenaza de muerte por parte de otro reino?
Pues, nuestro pequeño castaño y ojos ámbar era la persona con dicha cualidad. Ahora caminaba con una sonrisa hacía su escuela, ya que por fin le dejarían ir.
Siempre fué criado en casa, aunque estaba agradecido de que no le falte nada, también estaba cansado de ese ambiente tan... Cerrado.
- si, solo... algo emocionado. - respondió el niño de rizos.
- lo veo muy pensativo, ¿Se está arrepintiendo?
- no, solo nervioso.
El caballero solo se dispuso a asentir con la cabeza, siguieron en silencio hasta llegar a una parte del bosque, ahí se encontraba una chica de aspecto muy jóven. Una azabache de curiosos ojos carmesí.
- niños, necesito que se sienten para poder contar la historia de hoy - pidió con una voz dulce la jóven azabache.
Los niños casi instantáneamente se sentaron, al parecer les encantaba las historias. El guardia miró a la jóven, asintiendo levemente.
- oh... Parece que tenemos a alguien nuevo. - sonrió con dulzura - ven siéntate, eres bienvenido... Príncipe Andrés.
El pequeño solo levantó la mirada hacía el guardia, este le sonrió y asintió con la cabeza. El niño solo la volvió a mirar, sonriendo en el proceso.
- ven, no muerdo - sonrió nuevamente.
El niño avanzó ya con seguridad, mirando también al caballero que se iba a paso lento.
