XVIII

251 40 6
                                    

PDV ARI

Después de dicho encuentro con Alan y Luna las cosas han ido más en calma. Ahora que Luna me cubre cuando me escapo para verlo un rato, porque parece que mis padres están sospechando un poco, tal vez piensan que encontré a mi pareja destinada.

Es un mito viejo de lobos, originalmente se les llama mate a la pareja destinada. Pero actualmente eso es más como una historia antigua que mis padres creen, ya que según ellos, son una pareja destinada.

Lo verdad es que eso solo funciona en lobos y en algunos humanos, en ese caso solo el lobo lo puede detectar por completo.

Pero bueno, otro tema. Andrés ya no está acudiendo a mi sangre denuevo, se que es por nuestro bien. Pero igual que no me lo diga y que desaparezca me parece algo absurdo.
Le podría hasta ayudar con eso, soy un excelente cazador en todas formas.

Ahora mismo lo cité al lago lunar, dónde ya lo podía ver en una rama de un árbol con un cuaderno y un lápiz. Tarareaba una melodía que contrastaba perfectamente con el ambiente. Su cabello se movía con la brisa fría de la tarde de un sábado.

— ¿Vas a subir? — me preguntó aún dandome las espaldas.

Estaba en mi forma lobuna, así que no le respondí hasta cuando ya trepé el árbol.

— Yo digo que mejor es saludarme — le revolví el cabello ya algo largo.

— Creo que es mejor que no me espíes aún sabiendo que se que estás aquí. Tu olor es demasiado fuerte y es imposible no percibirlo.

— No se si eso fue un alago o un insulto. — respondí riendo por el sonrojo de sus mejillas. Sus ojos estaban como dos rubíes sonriéndome y llamándome.

— Tómatelo cómo quieras. — escondió un poco el cuaderno en su chaqueta. Estaba nervioso y parecía estar escondiendo algo.

— Que traes ahí — toqué su nariz respingada con un dedo y sus mejillas se pusieron más rojas de lo que estaban.

— N-nada, solo es un cuaderno de dibujo que me dió mi papá hace mucho. Nada importante.

Con sutileza lo retiré de sus manos y lo abrí, contenía muchos dibujos, los primeros eran buenos, pero como iba pasando las hojas se volvían más elaborados y complicados.
Podía ver en sus dibujos sus emociones a través de estos siglos. Estaban muchos paisajes con personas incluidas, podía ver la diferencia de la moda e infraestructura de cada época. Hasta que llegue a lo que parecía el presente, árboles y la ciudad de fondo. Montañas con muchas casitas.

Y la última... El lago lunar y un lobo en medio acostado en una roca. Podría ser solo un boceto a lápiz, pero los rayos de luz y el realismo eran impresionantes.

— El lobo no me quedo tan bien... — dió una risita nerviosa — Se supone que debes ser tú pero... Se ve como un lobo común. Tu no eres común.

— Está bien como está. Y... ¿Desde cuándo sabes dibujar así de bien? — lo miré fijamente.

— Pues... Si te fijas en el primer dibujo es una ventana. Con muchos árboles afuera. Fue en el internado para mí preparación para ser el líder, al que me obligaste a ir.

Una punzada en mi corazón me hizo volver al pasado y recordar cómo yo mismo lo encerré en su habitació. Después recuerdo sus gritos para que lo ayudara, pero aunque me doliera mucho en mi corazón... Lo deje ir, sin más.

— Lo siento... Se que, no querías y todo, pero no podía hacer nada. Si tú padre se enteraba que te ayudaba no estaríamos teniendo esta conversación. — me sentí mal, la desesperación de su voz ese día..

— Eso ya es pasado, aunque en esa época estuve odiándote solo al llegar al internado. Y luego estudiar el capítulo de cambia formas... Te odie aún más. — su mirada se tornó sombría, pero luego solo suspiró profundamente y me miró de vuelta. — Pero... Nunca me pregunté porqué no me lo dijiste.

— No sabía cómo... Creí que me temerías o me mandarías a matar. No sabía que mi especie siquiera existía, solo escuchaba ciertos rumores por ahí, pero de vampiros, no lobos.

— Tranquilo, ambos cometimos errores. Enojarnos por eso denuevo no va a solucionar nada. Podemos olvidar todo lo que pasó y dejar el rencor, para así concentramos en este nuevo sentimiento que estamos sintiendo los dos. — puso su mano en mi pecho justo en mi corazón.

Tomé su mentón y lo guíe hasta mis labios, dónde le dí un beso tierno y suave. Sin prisa alguna, el me siguió intentando algo más intenso. Pero yo quiero algo más suave, las relaciones no solo se basan en tener intimidad. Gran parte de las relaciones amorosas necesitan mucho más que solo sexo, necesitamos tiempo juntos.

— No todo tienen que terminar conmigo sobre tí — le dije y el solo se puso como un tomate y me dió un golpe que me hizo caer del árbol.

— ¡Cállate idiota!— me tomó de la sudadera con rabia pero aún estaba como un tomate.

Me reí de su expresión, estaba todo rojo y enserio avergonzado. Es mucho más pequeño que yo, y verlo ahí tomando con fuerza el filo de mi sudadera me da ternura.

— ¡Deja de pensar estupideces! — me soltó con brusquedad y se fue caminando en la maleza.

— Así me quieres~ — fuí detrás de el.

Me transforme cuando se giró a verme mal. Lo derribé y solo podía escuchar sus quejas sobre mi peso y que lo estaba aplastando, me dió igual.

— Quítate de encima, me estás aplastando — sentí que dejó de luchar y le dí una lamida en la cara. Se quedó helado. — ¡Que asco! ¡Deja de hacer eso!

Yo hice un alarido lastimero exagerado por su comentario. Parecía divertido al igual que yo, esto será interesante.

— Si si, hazte el ofendido perro pulgoso.

Gruñí mostrando los dientes con una mirada sería y ofendida. Ese trato hacia mi especie es horrible, nos lastima mucho en nuestro ego.
Me quité de encima y me fui ofendido corriendo, el me seguía a unos 10 metros.

Cuando llegué a una pradera y ahí sentí como se abalanzó contra mí y me tiró boca abajo. Yo gruñí ahora sí enojado.

— ¡Mi pelaje idiota! — dije volviendo a mi forma humana.

— Uuuu, ya estará lleno de tierra. Ese suave pelaje se fue al carajo. — respondió el con dramatismo.

— Es muy complicado tenerlo limpio.

— ¿Y que haces? ¿Te lames?

— No, mi hermana me ayuda cuando estoy transformado.

— ¿Como a un perro? — y sigue este.

— ¡Que no soy un perro, soy un lobo! — me transforme y lo tuve debajo de mí, con mis patas sobre su pecho.

— Un lobo que se comporta como un perro, pero no le quita lo fuerte y salvaje que es...

ꨄ︎ Carmesí ꨄ︎ -Spartor-Where stories live. Discover now