XIV

481 56 5
                                    

PDV ANDRÉS

La luz del día caía en mis párpados habiéndolos de par en par, busco su presencia a mi lado pero solo encuentro frío entre las mantas. Abro los ojos extrañado y veo que no está.

Busco mi ropa tirada por ahí y la sacudí por la arena, miró mi celular y veo que si me levanto ahora puede que llegue al colegio a tiempo, pero sin pasar por mi uniforme, le mandé un mensaje a mi hermana para que me traiga mi mochila y mi uniforme.

La fuerza en mi cuerpo es más intensa y mi garganta se siente lisa y agusto.
Empezé a correr directamente al colegio y me encontré con mi hermana en el recorrido, me cambié.
Llegue un tantito tarde justo cuando el profesor entró.

— ¿Señor Saavedra? ¿Por qué el atraso? Siempre es puntual.

— Me quedé dormido — respondí con vergüenza entrando y sentándome en mi lugar sin mirarlo a los ojos por lo incómodo que creo que es.

Las clases pasan lentamente y solo puedo escuchar las manecillas del reloj con frecuencia que me estresa demasiado.

— ¿Cómo dormiste? — escucho un susurro casi en mi oído y me pone la piel de gallina.

— Bien, pero pudiste haberme despertado para no llegar tarde.

— Tuve que irme rápido por una emergencia familiar, Luna casi que no puede cubrir mi ausencia frente a mis padres. — explica con una sonrisa nerviosa.

Está nervioso y lo puedo sentir. Su ritmo cardíaco aumenta y el nivel de la sangre pasa los brazos y la piernas.
La clase se termina y vamos al receso los dos a la par, parece nada más que eso pasó en un sueño muy lejano.
Sigue tratándome casi de la misma forma, pero ahora con más nerviosismo.

Esa misma tarde volví a casa y el temor de la furia de mi familia me está matando y la sed empieza también.

— Se que lo liberaste tú, ¿hiciste lo que tenías que hacer? — me mira con una ceja levantada y con una expresión neutral.

— Lo hice con su consentimiento.

— Sabía que funcionaría, ahora. Debes alejarte del chico. Por tu propia seguridad hijo mío.

Yo no le respondí y solo por como lo miré sabe que no va a pasar en un millón de años. Su ex-amistad con Roland le causó un tipo de trauma, y lo entiendo.

Más tarde acompañé en la cacería en la ciudad, yo atrapé a un migrante chino que mendigaba comida en los restaurantes.
Estaba sano, pero su sangre era desagradablemente agria y salada.

Una y otra, y otra vez. Mi paladar no se siente bien ante el sabor... Pero la sed cesa, es lo que importa ahora.
Me empieza a hartar la sangre humana, es un sabor desagradable. Me da asco.

Veo la casa grande en medio de la nada y con las plantas que usó Luna para cubrir su olor. No sabía que los lobos tenían tanto conocimiento en plantas.

Agarré una piedra pequeña y empezé a tocar su ventana con ella, para no dejar mi escencia en el cristal.

A los 2 minutos veo como mira la ventana y me mira sorprendido, abre la ventana.

— ¿Es una misión suicida estar aquí, sabes? Pero empezaba a sentir que estabas cerca. — dice esperando a que entre pero no puedo sin su permiso.

— Un vampiro no puede entrar a una casa que está bendecida sin permiso. Una limitación absurda pero efectiva.

— Eres bienvenido cuando quieras, bajo tu propio riesgo. Si mi familia se entera creo que no volverás a ver la luz del día.

— Estoy conciente de eso, pero... Quería verte. Y hablar contigo sobre... Un asunto que es nuevo para mí.

ꨄ︎ Carmesí ꨄ︎ -Spartor-Where stories live. Discover now