Capítulo 9

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Sólo después de haberse tranquilizado, Wei Wuxian se dio cuenta que estuvo llorando en los brazos de Lan Wangji por casi media hora.

Maldición... ¿Qué rayos...?

Excepto cuando había sido necesario para la actuación, habían pasado cinco años desde la última vez que había llorado.

—Lo siento, ensucié tu ropa...—dijo, muy avergonzado al ver lo que le hizo a la camisa de Lan Wangji con sus lágrimas.

—Fue un honor para mi camisa —respondió Lan Wangji con una pequeña sonrisa.

Wei Wuxian estaba sorprendido por esas palabras. Su corazón se volvió loco. Siempre pensó que Lan Wangji era la clase de genio con un alto coeficiente intelectual pero un bajo coeficiente emocional. ¡Jamás pensó que el gran rey demonio podía seducir con tanta fluidez!

Estaba celoso. ¡Lan Wangji era mejor que él seduciendo!

Con naturalidad Lan Wangji le arregló el cabello y le dijo:

—¿Qué harás a continuación? ¿Buscar un gran muslo?

Wei Wuxian parpadeó sin entender.

—¿Qué? ¿Buscar qué muslo? —preguntó.

—Anoche, dijiste que irías a buscar un muslo grande y grueso; incluso rechazaste el mío diciendo que no era suficientemente grueso —dijo Lan Wangji lanzándole una mirada seria y profunda.

Wei Wuxian casi se atraganta con su propia saliva. ¿Maldición acaso no tenían fin los disparates de anoche?

—Amo Ji, no escuche mis tonterías, estaba muy ebrio anoche. No hay manera de que sus muslos no sean lo suficientemente gruesos, ¡Los suyos son los más gruesos de toda la capital! —dijo Wei Wuxian de manera obsecuente, pero luego se dio cuenta que sus palabras podían ser un poco ambiguas.

Sus halagos pusieron a Lan Wangji de buen humor, y la alegría brillaba en sus ojos.

—Entonces por qué no abrazas el mío —inquirió.

—Yo, yo , yo...—tartamudeó Wei Wuxian, por primera vez en su vida tropezó con sus palabras.

Lan Wangji le acarició la cabeza y decidió dejar de coquetear.

—Suficiente, ya no te molestaré. Sal del auto y ve a dormir a la casa. Así tendrás más energías para lidiar con tus problemas. ¿O quieres quedarte un poco más con tu pequeño blanquito?

—No, no, ¡Entremos a la casa! —exclamó con vergüenza.

Wei Wuxian naturalmente estaba ansioso por salir del auto. Cuando Lan Wangji lo hizo, se quedó de pie al lado de la puerta y repentinamente se detuvo.

—¿Qué sucede? —preguntó Wei Wuxian rascándose la cabeza.

Lan Wangji caminó hacia un montón de hojas a grandes zancadas. Con curiosidad Wei Wuxian lo siguió, y entonces vio al hermano menor, el segundo amo Lan, durmiendo desparramado entre la maleza con una cámara en sus brazos.

Él sabía que Cloud World poseía no sólo una agencia para artistas, sino también más de 300 medios de comunicación. El segundo amo Lan era también el jefe de los paparazzis. Pero este tipo se había pasado de la raya, ir tan lejos como buscar chismes sobre su propio hermano...

Los labios de Wei Wuxian se torcieron levemente.

—Este es Lan Jingyi...¿Deberíamos despertarlo? ¿No se resfriará durmiendo así en la intemperie?

Lan Wangji asintió y luego lo pateó con fuerza.

—¡Ay!—gritó Lan Jingyi, al momento de despertar. Tan pronto como despertó se echó a llorar.

El secreto perfectoWhere stories live. Discover now