El secreto perfecto

Capítulo 13

Wei Wuxian estaba enloqueciendo muy rápido con esta situación.

—¡Soy yo quien debería preguntarte eso! ¡¿Cómo conoces a Lan Wangji?!—murmuró Wei Wuxian.

—Ya te lo dije, es mi tío—repitió Jin Zixuan.

—¿Entonces por qué no me lo dijiste antes? —preguntó Wei Wuxian.

—Nunca preguntaste...

—...

—¿Cómo se conocen tú y mi tío? —preguntó Jin Zixuan mirando el espacio que los separaba. Mientras más miraba, más sentía que algo no estaba bien. Pero no podía descifrar exactamente qué.

—Es una larga historia —dijo Wei Wuxian exhausto mientras se agarraba la frente. Esas cuatro palabras iban dirigidas tanto a Jin Zixuan como a Lan Wangji.

Jin Zixuan parecía estar muriendo por empezar a hacer preguntas, pero no se atrevía a abrir la boca en presencia de Lan Wangji.

Él olía muy bien al salir de la ducha. La remera grande y holgada que llevaba puesta revelaba sus largas piernas blancas, y con una mano trataba de cubrir el agujero en su ropa. Era una imagen que hacía hervir la sangre de Lan Wangji. Saber que él se mostraba así en la casa de otro hombre le dio ganas de destruir algo.

Él sintió la rabia en su corazón y enfureció, ocurrió en unos segundos y pasó casi desapercibido. Por fuera Lan Wangji tenía una expresión fría, miró a Wei Wuxian y le preguntó:

—¿Planeas quedarte aquí, o regresarás conmigo?

Lo dijo casualmente, pero esas palabras cargaban un peso inimaginable.

Jin Zixuan entendió el significado implícito, y miró a Wei Wuxian sorprendido e incrédulo. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿No solamente se conocían, también estaban viviendo juntos?

Wei Wuxian miró al brutalmente frío Lan Wangji, luego al furioso Jin Zixuan. Tragó saliva con dificultad.

—Yo... Regresaré ahora —dijo él.

El aire helado alrededor de Lan Wangji empezó a descongelarse de a poco.

Jin Zixuan perdió los estribos e inmediatamente sujetó a Wei Wuxian por la muñeca, sus hermosos ojos cafes llenos de ira y rabia por la traición.

—¡Prometiste hacerme compañía esta noche! —gritó.

Tan pronto dijo esas palabras, Wei Wuxian quería enviarlo directo a Japón de un sólo golpe. ¡Jovencito no trates de sembrar confusión!, gritó en su corazón.

Levantó la cabeza y observó a Lan Wangji. Como era de esperarse, estaba alcanzando sus límites. Tan sólo quedaba una barra de acero conteniendo a la bestia dentro de su jaula antes de que estalle...

Wei Wuxian sacó la manó, reprimió su ira y dijo en un tono convincente:

—Zixuan, necesito actuar mañana, ¿Y no dijo Lei Ming que tú también tienes cosas que hacer en la mañana? Mejor esperar un día en que ambos estemos libres para juntarnos a jugar videojuegos. ¿Está bien?

Wei Wuxian enfatizó "videojuegos" adrede. Cuando terminó de hablar, rápidamente tomó la gran bolsa negra, y sin cambiarse, salió corriendo de ese lugar problemático, mientras seguía tapando el agujero en la remera.

Lan Wangji lanzó una mirada intensa a Jin Zixuan antes de darse la vuelta y alcanzar a Wei Wuxian.

Mientras veía como los dos se alejaban y pensaba en la provocadora mirada de Lan Wangji, la ira brotaba de los ojos de Jin Zixuan...