Capítulo 16

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Tarde en la noche, Wei Wuxian se acostó en la cama mientras sus pensamientos volaban en su cabeza. Si bien traería a un alfa a casa, en caso de que los hombres quisieran perder el tiempo o sólo acostarse con él, los arrastraría a un callejón y les daría una buena paliza.

Especialmente al hombre casado con la marca del anillo en los dedos, a esos los golpearía más fuerte hasta que llamen a sus madres llorando.

En cuanto a su vida sexual...

Era triste, pero la única vez que tuvo sexo fue esa noche hace cinco años. Quizás la mala experiencia que tuvo la primera vez lo traumatizó; y ahora sentía que tenía ganas de vomitar cuando pensaba en tener alguna relación sexual.

De verdad hizo enfadar a Lan Wangji esta noche, pero no había otra forma, tenía que hablar del tema tarde o temprano. Mejor terminar con eso ahora antes de que las cosas se salieran de control. Era mejor que tomara distancia antes que exponga a su lado feo y que él lo rechace.

Por culpa de su corazón inquieto, la noche estaba enredada de pesadillas. En sus sueños confusos, podía oír diferentes voces:

"¿Wei Ying, qué te hace pensar que puedes pelear conmigo? ¡Aparte de tu linaje, no eres nada!"

"¿Con qué cara te atreves a preguntar por el bastardo?¿Qué estás tratando de hacer?¿No me digas que realmente tenías planeado dar a luz y criarlo?"

"¡Ese niño era prematuro, y murió tan pronto nació, ya me encargué del cuerpo!"

"¡Wei Ying déjame decirte, de ahora en más yo, Wei Guangshan, ya no te reconozco como mi hijo!¡Ya no tienes nada que ver con la familia Wei!"

"¡Xiao Ying, lo lamento, terminemos! No dejaré de preocuparme por ti, te trataré como a mi propio hermano..."

Él corrió y corrió con todas sus fuerzas, tratando de escapar de esas horribles voces. Corrió hasta el techo de un hospital y debajo se encontraba un abismo interminable que parecía tener un oscuro atractivo, llamándolo paso a paso cada vez más cerca...

Finalmente cerró los ojos y saltó.

En el momento que cayó no despertó del sueño como usualmente solía hacerlo, en cambio, cayó en otro sueño aún más surreal. Esta vez no se trataba de una pesadilla, si más bien de...un sueño húmedo. Había tenido este tipo de sueños en el pasado, siempre iban acompañados de desesperanza y un enorme miedo, pero esta vez parecía distinto.

Uno tras otro, frescos y reverentes besos caían sobre su frente, sus ojos, nariz y labios...

Esta vez no le parecía ni sucio ni desagradable, era todo lo contrario se sentía amado por la otra persona, como si fuera el tesoro más precioso que existe. ¿Quién era esa persona?

¡Ay, eso dolió!

¿Por qué lo mordió?

Por más que Lan Wangji había hecho lo mejor para contenerse, al final no logró impedir entrar en la habitación de Wei Wuxian. Sabía que podía despertarlo, pero sus actos se volvieron inconscientemente un poco agresivos. ¡Este chico lo volvía loco con facilidad!

"Si conozco a un alfa apuesto es inevitable que lo traiga para pasar la noche..."

Esas palabras fueron como un meteorito estrellándose a alta velocidad, destrozando todo raciocinio hasta hacerlo polvo. Mientras besaba el cuello de la omega, ya no podía reprimir el deseo que se hinchaba en su pecho. Lo mordió con fuerza, como una bestia dominando a su presa de la manera más primitiva.

Casi como si lo quisiera marcar...

En el instante que el olor a sangre impregnó el aire, oyó la voz débil del chico.

El secreto perfectoWhere stories live. Discover now