Luego de todo lo que pasó, entendí porque quienes quieren vivir frente a la cámara, renuncian a la vida normal.
Es demasiado complicado llevar esa doble vida. No sabes quienes están ahí porque te quieren, o quienes están ahí por lo que quieren cons...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
— Te juro que no me lo creo. En serio.
— Yo estoy peor que tú. Les pregunté como cuatro veces si era una broma. —dije mientras guardaba los cereales de Kingston.
Aunque... esta vez tuvimos que comprar dos, porque a Chandler y a mí ya nos habían gustado. Hacía años que no comía cereales para el desayuno, pero estos... estos eran deliciosos.
— Meg y Noah... Es increíble.
— Cada que recordamos eso, te juro que no lo entiendo.
— ¿Eras de las que creía que Meglo era real? —dijo ella mientras seguíamos guardando las compras que habíamos hecho.
— No. Sé perfectamente que todo lo romántico queda en la pantalla. Lo que ellos tienen en la vida real, es una muy bonita amistad. Solo... no sé en qué momento Meg y Noah se acercaron. Igual me parece genial que estén juntos.
— Sí. Cuando nos contaron, se veían muy felices. —yo asentí, mientras seguía guardando.— ¿Te ha pasado?
— ¿Qué cosa?
— Enamorarte de algún compañero de elenco.
— No. Si me ha pasado lo de Meg y Milo, pero, enamorarme, nunca.
— ¿A qué te refieres con lo de Meg y Milo?
— Que te vuelves tan unido a ese compañero, que shipeas a los personajes. Si no fuera porque alguien lo hizo antes que yo, sería la presidenta del club de fans de "Goe".
— ¿Goe?
— Gabo y Zoe. Bueno, ese no es el punto. Ya lo dije muchas veces. Jamás he salido con alguien.
— Pero... ¿nunca te ha gustado alguien?
— Nop. Ahora mismo no tengo tiempo para eso.
— Ay, vamos. Tienes dieciséis.
— Casi diecisiete.
— Por eso. A ver, yo he salido con chicos. Otra cosa es que nunca lo he hecho público.
— Pues, conmigo no es así. Ahora mismo no me interesa eso.
— Si tú lo dices. —seguimos guardando las cosas en silencio. Cuando terminamos, ella volvió a hablar.— ¿Y Pearce?
— ¿Qué pasa con él?
— ¿Sabes si ha salido con alguien?
— ¿Por qué me preguntas eso? ¿Acaso te gusta?
— No, claro que no. En nuestro caso, la ficción sí llegó a la realidad. Lo quiero como a un hermano.
— ¿Entonces?
— Yo ya dije que sí he tenido novios. Tú dices que nunca te ha interesado alguien. ¿Pero qué sucede con Pearce?
— Pues... no estoy segura. Hasta donde sé, no ha salido con nadie, también. Seguramente me equivoque, pero es todo lo que te puedo decir.
