You're all I need - Pearce Joza y tú

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No podía. No podía hacerle esto a ella. Es que... yo no era así, normalmente. Bueno... lo de tratar de conocer a las personas, sí. Pero no lo de reaccionar... de la forma en la que le hablé esa mañana.

Toda la... situación me estaba volviendo loco, y no me dejaba tranquilo. Aún me resistía a lo que Chandler dijo. No creía que le gustara a Camille. Ella solo quería ser mi amiga, y ya. Pero... a Maddi no le agradaba. Y no lo entendía. Hasta donde la había conocido, parecía una buena persona.

Creía que por... eso me sentía mal al pasar tiempo con ella, y, en ocasiones, olvidar a Maddison.

Lo último era lo que más me mortificaba. Sabía que no podía estar pegado a ella, todo el tiempo. Ambos teníamos vidas bastante... complicadas. Pero... no me sentía bien con esto. Luego de... lo que pasó esa mañana, no estaba del todo seguro de que se supone que debía hacer para... tratar de no sentirme... como una mala persona.

- Pearce... Pearce... ¿todo bien?

- Que sí, todo está bien. -dije cansado de esa pregunta. El tono fue... casi completamente inconsciente.

- No hace falta decirlo así. -se quejó Camille.

- Lo siento. No es mi día. -la forma en la que hablé a Maddi esa mañana no... me dejaba tranquilo.

- Tal vez necesites relajarte un poco. Aprovechemos el paseo, ¿sí?

- Eh... claro. -dije con amabilidad.

Otra vez, el sentimiento de mala persona. La otra parte de lo que me dijo Chandler, volvió a mi cabeza de golpe. "Maddison no se merece eso".

Yo... No tenía idea de que hacer.

No tardé mucho en disculparme con Camille, antes de irme a la casa de Maddison, bueno su departamento.

Necesitaba pensar en... demasiadas cosas. Y, para eso, debía estar solo.

Lo último que quería, era lastimar a Maddison. Y, aunque no sabía de que forma, sentía que lo estaba haciendo. Debía... solucionar eso. Ella era demasiado importante para mí, como para... hacerle daño. No importaba cual fuera la forma de mantenerla a salvo, lo haría. Aunque... fuera algo que me doliera a mí. Pero no. Eso no podía ser. Debía haber otra solución, y debía pensar hasta encontrarla.

- Una semana, gente. Una semana, y el "Meglio di sera" tour, comenzará. Prepárense para un mese, sin descanso. Es todo por hoy, ¿bien? Comiencen a preparar todo, porque nos vamos.

Mi vida estaba... demasiado desequilibrada. Por un lado, el trabajo. Todo estaba perfecto en ese aspecto. El tour se veía genial. Todo ya estaba listo para ser presentado. En la actuación, ya tenía la fecha del inicio de grabación para la segunda temporada del proyecto que grabé, antes de "Zombies 3". Y estaba en conversaciones para una película. Todo encajaba bien en mi agenda. Para después de mi gira. Pero, del otro lado, mi vida personal. No sabía como... definir en lo que estaba mi relación con Pearce. Quiero decir, él jamás era así. Y esa mañana me... habló de una forma tan... fría. Como si le molestara el hecho de que estuviera cerca de él. No sabía que le pasaba, y... no estaba segura de que quisiera decírmelo. Luego de como reaccionó esa mañana, no sabía si era buena idea lo de insistirle. Claramente me dolió que casi me gritara, y, no planeaba actuar como si nada hubiera pasado. Íbamos a tener que hablar seriamente de lo que había pasado. Pero ambos debíamos estar tranquilos para eso. Él no debía estar por... alterarse a lo mínimo, y yo no debía... sentirme como si fuera a devolverle el grito, si lo hacía otra vez.

Volví a mi departamento dispuesta a... descansar, hasta el día siguiente. Los ensayos eran duros, pero no podía forzarme a hacer algo más. Eso me arriesgaba a alguna lesión, o a perder mi voz. Si eso pasaba, no iba a poder dar un buen concierto. No me gustaba el playback. Solo lo usé en una pequeña parte de una gira, porque me enfermé en medio de la gira, y casi no podía cantar. Y ni siquiera lo hice durante todo el concierto. Solo cuando me voz de verdad necesitaba un descanso.

- Maddi... -dijo él, en cuanto entré. No dije absolutamente nada. Si él quería hablar, adelante. Lo iba a escuchar. Pero iba a tener que hacer méritos para que dejara en el pasado su actitud de esa mañana.- Yo... lo siento. No me he sentido bien, en los últimos días. Perdón. No debí hablarte así. -tampoco hablé.- Maddi, por favor...

- ¿Esa es tu excusa? -¿unos malos días eran razón suficiente para explicar lo que había pasado? ¿En serio?

- Es que yo... -él suspiró antes de bajar la mirada algo... ¿dolido? ¿Ahora él era el dolido aquí? En lugar de sumar puntos, los estaba perdiendo.- Lo último que quiero es lastimarte.

- Pues vaya forma de evitarlo.

- Lo sé. Yo... estuve pensando en... todo lo que pasó en los últimos días, y en lo mal que me he portado contigo. Y... te juro que no quiero hacerlo.

No... ¿no quería hacerlo? ¿A qué se refería?

- ¿De qué hablas?

- Créeme que no quiero hacerlo, pero no quiero lastimarte...

¿Él...? No, no, no. O sea, estaba enojada con él, pero no quería que esto pasara.

- Pero... Ok. Estuvo mal como actuaste en la mañana, pero... hablando se arreglan las cosas, ¿no? No... no tienes que...

- Es que ni siquiera sé lo que me pasa. Y... en verdad no quiero que esto te haga daño. Tal vez... tal vez deberíamos... tomarnos un tiempo.

- Pero... pero...

Entre que no sabía que rayos decir, ni cómo reaccionar, y verlo apunto de... llorar, sabiendo que yo estaba igual... Yo no... no podía con eso.

- Maddison, créeme que eres, y siempre serás, lo más importante para mí. Pero... tal vez esto sea lo mejor.

- Pero...

- Lo siento... -dijo antes de abrazarme.

En ese instante, el nudo en mi garganta se aflojó un poco.

- No lo hagas, por favor. Quiero estar contigo... -susurré mientras le devolvía el abrazo con fuerza.

- Podemos tratar de... volver a ser amigos.

- No quiero ser tu amiga.

- Yo... tampoco. Pero prefiero eso, a perderte.

- Pearce...

- En verdad, lo siento. -susurró él, mientras me soltaba. Me miró fijamente, antes de besarme. Y... se sentía como una despedida. No quería creer que era real, pero... Pearce no jugaría con algo así.- Creo que será mejor que me vaya... - susurró, antes de salir de ahí.