Luego de todo lo que pasó, entendí porque quienes quieren vivir frente a la cámara, renuncian a la vida normal.
Es demasiado complicado llevar esa doble vida. No sabes quienes están ahí porque te quieren, o quienes están ahí por lo que quieren cons...
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— ¿Estás segura de que todo está bien?
— Mamá... todo está bien, en serio. Solo estoy... estresada.
— ¿Por qué no le dices a Pearce para que hagan algo juntos? Tal vez eso te ayude a despejarte.
Claro... Nunca tuve el valor para decirles... lo que había pasado. Ellos tenían una... imagen tan buena de él. La misma que yo solía tener.
— No. Estoy bien así.
— ¿Discutieron?
— Mamá, no... ¿no dijiste que llegabas tarde al trabajo?
Ella no dijo nada al instante, solo me sonrió con dulzura, antes de abrazarme.
— Maddi, ya sabes cómo es esto. Ambos son referentes. Y por eso todos pueden decir mil y un cosas de ustedes. Esa es la razón por la que te enseñamos a mantener tu vida privada muy alejada de tu trabajo. Lo que pasa entre ustedes, solo les importa a ustedes. Está bien que... estén viviendo su historia de amor, y no se lo digan a nadie. Las personas arruinan las cosas hermosas.
— Mamá...
— Lo que sea que estén pasando, es solo un tropiezo. Si deben estar juntos, pasarán por muchas cosas. Todo para que aprendan el uno del otro, ¿sí? —no tenía fuerzas para decirle nada, así que solo asentí.— Todo estará bien. Pero yo debo irme. Te quiero, hija.
— Y yo a ti, mamá. —mumuré mientras ella se alejaba. Me sonrió por última vez, antes de salir por la puerta. Solo entonces, el nudo en mi garganta se aflojó levemente.— Incluso sin decir nada, esa... hermosa historia se arruinó. —susurré tratando de no estallar en llanto, pero era en vano.
Él se había vuelto demasiado importante. Y... simplemente no podía odiarlo. Perdonar y olvidar era parte de crecer, pero... ¿cómo perdonaba y olvidaba esto?
Necesitaba... necesitaba alejarme de todo.
Estaba comenzando a pensar en qué hacer. Cuando, me llegó una llamada. Ni siquiera me molesté en ver quien era, solo contesté.
— ¿Hola?
— ¿Qué pasa con mi americana favorita? ¿Me extrañaste? —reconocía perfectamente ese acento colombiano.
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