Capítulo 08. Infraganti

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Casi eran las tres de la madrugada cuando me colocaba una ropa por encima de la pijama, solo siendo iluminada por el foco a baja intensidad de mi celular, no quería despertar a mi mellizo que seguía descansando en su lado de la habitación

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Casi eran las tres de la madrugada cuando me colocaba una ropa por encima de la pijama, solo siendo iluminada por el foco a baja intensidad de mi celular, no quería despertar a mi mellizo que seguía descansando en su lado de la habitación. Cuando me sentí lista, seguí la ruta iluminada por la lámpara tecnológica hasta que abrí la puerta de la habitación y la cerré detrás de mí con lentitud. Era febrero, un mes frío a casi todo momento para todos los países ubicados muy al norte. Y, por lo tanto, tuve suerte de llevar ropa que me cubriera de la brisa que amenazaba con hacerme temblar por su temperatura.

Salí de mi recinto y caminé por las bombillas doradas que daban hacia la salida del campus, justo estaba terminando de salir cuando se distinguí la sombra en la oscuridad de un hombre recostado de un auto, mirando a su alrededor con despreocupación a pesar de la hora. Era Lohan.

¿Qué? Karter alguna veces en el pasado hizo lo mismo con Mara a escondidas cuando aún estaba con Lohan, ¿por qué yo no podía hacer lo mismo con el mismo engañado y que ahora era mi novio?

El castaño reparó en mi presencia a pocos metros de él y se enderezó en su lugar. Su sonrisa, a pesar de la oscuridad, vislumbró el resto de los pasos oscuros hasta llegar a su lado y solo allí pude abrazarlo, siendo correspondida en su afecto y cercanía. Un casto beso nos hizo desligarnos uno del otro y bajo la tenue penumbra de la noche pudimos encontrar los ojos del otro para sonreírnos como tontos enamorados, como siempre cuando estábamos solos.

— Lamento tener que despertarte de madrugada cuando en pocas horas tienes que ir a trabajar —reparé en la disculpa, con cierto recelo en su respuesta.

— No es problema Cooke, lo que sea por mi princesa. —Un beso en mi mejilla seguido de un bostezo de cansancio que me hizo sentir un poco de pena al notar como quiso ocultarlo en un intento fallido—. Además, es mejor estar contigo que durmiendo solo.

— Si gustas podemos ir mañana.

— ¿Mañana? —Alzó su ceja, divertido, mientras llevó su brazo por encima de mis hombros. Entendí tarde el chiste al que se refirió y, rodé los ojos al saber lo que diría—, pero si ya es mañana Cooke.

— Cállate Lohan, eres mal comediante. Tú entendiste a lo que me refería —me separé de él y el nombrado soltó una leve risa que iba bien al ambiente.

— No, no lo entendí, ¿me explicas?

Continuó con el juego, lo empujé un poco de mi lado y él repitió la risa antes de darle la vuelta a su auto negro para subir a el lugar del piloto. Yo abrí la puerta del asiento contrario. Pero antes de que subiéramos, cometí el error de mirar hacia los lados y mis ojos se quedaron congelados en una figura justo a las puertas de la universidad. Una sombra que estaba apoyada en la columna que proyectaba más sombra que las demás, solo dejando ver un pequeño punto luminoso al cual asumí era un cigarro encendido en sus labios.

Irreales [Terminada] Bilogía ✨Inestables✨Onde histórias criam vida. Descubra agora