Capítulo 33. Santa de mi devoción

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Maldita sea

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Maldita sea. ¿Qué estupidez había hecho este cabeza de erizo?

Veía como se sostenía la cabeza mientras caminaba de una lado a otro, esperaba que no sea cierto y haya echado todo por la borda porque, de ser así, se lamentará de estar en un quinto piso del edificio de la universidad.

— Solo no me jodas diciendo que tuviste sexo con ella, porque eso sí sería... —Empecé a reírme casi a las carcajadas, ahora lanzando mi mochila hacia la cama del pelinegro, esperaba que él se riera y negara al instante la broma. Pero no lo hizo.

Caminé a paso lento hasta volver a la sala de estar y llegar frente a él, mi cerebro seguía en el proceso de entender que solo se había quedado en silencio por cualquier razón menos la que creía.

— Alessandro.

— Solo escúchame, ¿de acuerdo?

Apreté la mandíbula al oírlo y las ganas de reventarlo a puñetazos en medio del salón no me hicieron falta, pero no lo haría, por lo menos no ahora. Llevé mis manos a los bolsillos y me alejé unos pasos para escucharlo con la mayor atención que le daría, solo esperaba que estuviera orando a quien sea en que creyera, porque de que terminara, su casa tendría una nueva decoración de sus dientes esparcidos por el piso.

— Comienza.

— Bien. Es que... Tuve un plan, un plan muy loco, es cierto. Pero era un buen plan al final. —Por fin se dio la vuelta para hacerme frente, pero siguió mirando al piso—. De acuerdo, me encontré con Cooke en el campus y no pude evitar el enfrentarme a ella y... No, no, lo estoy contando mal. Déjame contarte desde el principio, lo que pasó-...

— Alessandro—le llamé con dureza y él se detuvo por unos segundos para fijar sus ojos grises debajo del cabello negro revuelto sobre mí—. Organiza tus malditas ideas y escúpelas de una puta vez.

Podía sentir como las venas en mi cuello se marcaban con cada palabra, la ira estaba dominándome al punto de tener que apretar los dientes para aguantar las ganas de arrancarle la cara sin escucharlo antes.

Irreales [Terminada] Bilogía ✨Inestables✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora