Capítulo 20. ¿Quién mató a quién?

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Estaba considerando de manera seria el no ir a natación solo por ese día, estaba muy cómodo sintiendo en mi pecho la cabeza de Amaya mientras que su cuerpo desnudo y su abultado vientre me calentaban

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Estaba considerando de manera seria el no ir a natación solo por ese día, estaba muy cómodo sintiendo en mi pecho la cabeza de Amaya mientras que su cuerpo desnudo y su abultado vientre me calentaban. Se me hacía cada vez más difícil el apartarme de mi novia y futura madre de mi hijo que ahora descansaba profundamente a mi lado con mucha cautela, con una respiración lenta y delicada mientras su cabello se encontraba a todos lados de la cama. Aparté un mechón de su cabello de su rostro con suavidad para colocarlo detrás de su oreja, admirando su descanso.

Pero nada era para siempre, y no me podía dar el lujo de no ir ese día al entrenamiento cuando ese mes ya había faltado una vez para llevar a Amaya a su cita rutinaria con el médico. Me fui deslizando con cautela hasta poder tomar la cabeza de mi amada y dejarla en la almohada con el fin de levantarme. Apagué la alarma del celular para darle más oportunidad de dormir, no tenía el por qué despertarse temprano ya que había decidido detener sus estudios por el tiempo que durara el embarazo.

Fui hasta al baño donde me duché e higienicé con cierta alegría en mi cuerpo, sentía mucha energía positiva en mí, como si supiera que hacía lo correcto al quedarme con Amaya y no con Cooke a pesar de no estar de acuerdo con la situación. Vaya, pasaron dos meses y aún no había vuelto a ver a mi melliza, creía que la echaría de menos, pero al parecer la condición de Amaya me quitaron ese pensar.

Salí del baño ya cambiado y listo para prepararme un desayuno como mandaba para esa mañana. Sin embargo, me detuve cuando vi en la isla de la cocina a un Lohan de espaldas, apoyado con los brazos cruzados y la cabeza agachada. Creía que llegaría más tarde como era de costumbre cuando salía a correr.

— Buenos días, Lohan.

El mencionado pareció asustarse y se alejó de su lugar para mirar con sorpresa hacia mi dirección, sus ojos estaban muy abiertos y su boca entreabierta.

— Kar... Karter.—Suspiró con alivio para mostrar una leve sonrisa—. Buenos días.

— ¿Cómo te fue hoy? Llegaste más temprano de lo usual.

— Es cierto.—Miró a otro lado—. Recordé que hoy tengo que ir temprano al trabajo por... por una situación con las balanzas. No podía llegar tan tarde.

Irreales [Terminada] Bilogía ✨Inestables✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora