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En ese mismo día por la mañana, a un par de horas del palacio del emperador, a las orillas de un bello valle una chica se encontraba sentada en el mismo. Esta se disponía a sumergir sus pies en el cuerpo de agua qué era de un particular azul cristalino. La mujer aprestaba los peses que iban y venían con suma tranquilidad.

Ha Shui le encantaba estar ahí, no había nadie que le molestara ni cosa alguna que le disgustara de ese lugar; le gustaba estar sola, o mejor dicho, ya estaba tan acostumbrada a estarlo que ya no sabía diferenciar entre si le gustaba o tan solo era esa su única opción.

El sol ya estaba en su punto más alto del día, Shui se dispuso a volver a casa a comer con su familia, ella amaba a su familia, pero este amor no era recíproco, ella sabía que no la amaban de la misma forma, tenía muy en cuenta que era una decepción para su familia.

Lo sabía porque apesar de ya tenía la edad para contraer matrimonio, aun no lo hacía. No era que Shui no, por el contrario, ella anhelaba poder encontrar a alguien que la amara tal y como ella era, pero su situación no era fácil. Ya había sido rechazada multiples veces debido a su personalidad tan particular.

Los chicos que salieron con ella la describían con las palabras "fastidiosa, sensible, retraída, cara aburrida". Muchas mujeres eran rechazadas por tener una personalidad con demasiado carácter, no obstante en el caso de Shui no era así, era todo lo contrario. Y a raíz de ello y a las palabras poco amables qué le dedicaban, empezó a autodespreciarse, ni ella misma supo en que punto de su vida se volvió tan insegura.

No era difícil encontrar a más de un individuo en su pueblo que estuviera dispuesto a casarse con ella, pero el problema era que Shui ya no deseaba ser rechazada como siempre, tenía siempre el presentimiento de una una vez que comenzarán a conocerla, obtendría el mismo resultado, el rechazo.
Por otro lado anhelaba poder ser amada por quien realmente era, dejando de lado todo aspecto malo que uno podía encontrar al principio. Sin en embargo, su miedo a ser rechazada y volver a fracasar eran más grandes que su mismo anhelo.

Cuando llego se topo con su madre que la estaba esperando, por la expresión que tenía en el rostro su madre claramente estaba molesta, ha Shui le dolía el estómago de solo pensar que sería regañada... otra vez.

Cuando Shui se acercó a su madre para hacer una leve reverencia a manera de saludo, esta la tomó con fuerza del brazo y la jalo rápidamente adentro de la casa.

-¡EMPIEZAS A AGOTAR LA POCA PACIENCIA QUE ME QUEDA SHUI! - Le grito su madre en cuanto la puerta se cerró por completo.

-Madre... ¿Qué pasó? o ¿qué hice? - Shui respondió.

-Y TODAVÍA TIENES LA OSADÍA DE PREGUNTAR! - grito su padre que se encontraba parado justo atrás de ella y su madre.

-Padre... Perdoneme, pero no sé de qué hablan...

-Rechazaste la invitación a cenar del joven de la familia Wu - respondió se madre claramente enojada.

-Sigues sin entender que no estás en posición de rechazar a todo aquel tiene interés en ti! - exclamó su padre.

-Por favor entiendanme, es mi vida, no quiero casarme con el primero que tenga un mínimo de interés por mi... Ni siquiera se si quiero casarme...- dijo Shui insegura de sus palabras.

-Hija mía, entiende que no es que quieras, es tu obligación , debes de centrarte en la realidad y asumir tus responsabilidades - respondió su madre con firmeza y desespero.

Shui solo bajó la mirada dando a entender a sus padres que entendía y aceptaba lo que le pedían.

Después de la pequeña riña y tras una comida incomoda y silenciosa entre los tres, los padres de Shui se disponían a retirarse de la mesa.

-Shui hija mía, antes de que te retires y atiendas tus asuntos, quiero que lleves una cesta de arroz a la casa de la familia Zhen. Escuche que uno de sus hijos está muy interesado en ti, supongo que el joven no dejara pasar esa oportunidad para invitarte por lo menos una taza de té y charlar un poco, y por favor deja de ser tan caprichosa y acepta su invitación si se presta la ocasión- dijo la madre de Shui (al parecer la madre del joven, la señora Zhen, era una buena amiga de la madre de Shui).

-Si madre... - Shui respondió con melancolía tratando de esconder todo su agobio.

Shui solo pensaba en ir y dejar la cesta de arroz sin tener que decir palabra alguna, no era muy buena sacando temas de conversación, tampoco era buena manteniendo una conversación sin poder decir únicamente "ajam", "si", "no", "tal vez" y "no sé".

Shui salió de su casa con la cesta y fue directamente a la casa de la familia Zhen.
Le estaba dando un ataque de pánico en el camino porque no sabía que iba a decir cuando llegara a la casa de la familia Zhen y rogaba porque el joven no estuviese, simplemente ella no quería tener nada que ver con él.

Al llegar tocó la puerta y para su suerte salió la madre del joven, la señora Zhen.

-B-buenas tardes señora Zhen, m-mi madre me pidió traerle esta cesta de arroz - habló Shui algo nerviosa haciendo una reverencia.

-Muy buenas tardes Shui, dile a tu madre que muchas gracias- dijo la Señora Zhen.

-Si señora - respondió Shui un poco más tranquila, ella pensaba que ahí terminaría la conversación y ya podía regresar a su hogar.

-Por cierto... Conoces a mi hijo, verdad? el en verdad tenía ganas de poder conocerte, hoy esta algo ocupado así que no creo que sea posible hoy; gustas venir mañana a cenar y platicar un poco con él?- contestó la señora Zhen.

-A-ahh, y-yo, emm s-sí - respondió la pobre de Shui muerta de nervios.

-Perfecto! Entonces hasta mañana, cuidate, y dale las gracias a tu madre por la cesta- La señora Zhen se despidió y cerró la puerta de la casa.

Shui después de despedirse, se empezó a retirarse del lugar, maldiciendo internamente una y mil veces el momento en el que aceptó la invitación...

Ahora que ya había cumplido con lo que su madre le pidió, ya podía hacer lo que quisiera y sin pensarlo dos veces fue a su amado sitio de escape, su bello y amado valle rodeado de hermosos árboles.

No tardó mucho en llegar ya que camino lo más rápido que pudo para llegar en el menor tiempo posible, aún faltaban bastantes horas como para que el sol empezaría a ocultarse, pero ella quería pasar el máximo tiempo posible ahí.

Al llegar solo quería relajarse un poco por tantas emociones que había sentido en el día; se inco, empezó a respirar lento y cerró los ojos, y empezó a meditar para calmar su mente.

Pasaron un par de horas, ya estaba muy inmersa en su calma. Pero no muy lejos de ella se encontraba alguien más, ella aún no se daba cuenta de la presencia de aquella persona.

Y de un momento a otro su meditación fue abruptamente interrumpida por una voz varonil que se dirigía hacia ella, abrió los ojos sobresaltada por el repentino ruido generado por la voz de aquella persona que se encontraba ya justo detrás de ella...

Era un hombre muy bien vestido, con una venda en los ojos, por su aspecto Shui dedujo que era alguien que seguramente era de alto estatus social.

-Que hace una bella dama aquí tal sola? - preguntó el hombre detrás de allá, asiendo claramente énfasis en ella en su resiente pregunta...

𝓣𝓸𝓰𝓮𝓽𝓱𝓮𝓻 𝓾𝓷𝓽𝓲𝓵 𝓽𝓱𝓮 𝓫𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻 𝓮𝓷𝓭 ♡𝓠𝓲𝓷 𝓢𝓱𝓲 𝓗𝓾𝓪𝓷𝓰Where stories live. Discover now