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La mañana de un nuevo día ya estaba presente, Qin Shi Huang ya se encontraba en la frontera de Yan y sin más se dispuso a finalizar con el problema.



Existían múltiples relatos de como el emperador Qin Shi Huang había logrado la unificación de China, y en la mayoría se contaba que él, estando completamente solo, había acabado con hordas enteras de hombres, pero a pesar de todo lo que se contaba a los mongoles no les interesaba, simplemente no lo creían posible, así que tras creer que eran únicamente historias estúpidas para enaltecer al emperador, diversos grupos de ellos decidieron acabar con poblados enteros del nuevo imperio pensando que el emperador no tendría el valor de enfrentarlos.


Qin Shi Huang llegó con seguridad al lugar donde se encontraban los mongoles, estos al notarlo no lo pensaron dos veces y se dirigieron a atacarlo. La pelea no duró más de medio día, Qin Shi Huang fue el claro vencedor. Al finalizar de aquel embrollo dejó que su ejército se encargara de lo demás; no resultó tan herido como él tenía previsto, al no hacerle falta quitar su venda sus heridas más graves apenas eran moretones. Y sin más que hacer se retiró de vuelta a su palacio, había tardado más en llegar de lo que tardó resolviendo el asunto. "si me apresuro tal vez llegue al amanecer" pensó Qin ya encontrándose de regreso.



La mañana de Shui había sido horrible, su madre la había encerrado en su habitación, sin comida y sin agua.


Todo el día se la pasó en su habitación sin posibilidad de salir. Su vida en ese momento era un completo caos, aun no podía creer todo lo que le había sucedido el día pasado, tan solo de recordar, aunque fuese lo más mínimo, se le revolvía el estómago y de sus ojos salían lagrimas; tenía un par de moretones horribles en sus mejillas, los que tuvo que cubrir con maquillaje antes de si quiera pensar salir de su habitación, todo el cuerpo le dolía como nunca antes.



Por la noche su madre le permitió salí y comer algo, al pasar por los pasillos por momentos pensaba en correr y huir de su casa, pero aún quería esperar a Ying Zheng, él era la única razón por la cual no escapaba.


Fuera de eso su madre no le quitó los ojos de enzima mientras estuvo fuera de su habitación, en cuanto sació un poco su hambre y sed, su madre la volvió a encerrar en su cuarto. Su estado no era el mejor, había comido y bebido agua, pero eso no le quitaba el malestar qué sentía en todo el cuerpo, en el momento en el que la puerta de su cuarto se cerró, inmediatamente se dejó caer en su cama, esperando que el dormir le quitara todo malestar. La noche transcurría con suma lentitud tanto como para Qin Shi Huang como para Shui, Qin no veía hora de llegar al palacio y luego ir por Shui, se encontraba más que eufórico, su plan era dirigirse a caballo hacia el pueblo de Shui, acompañado de algunos de sus guardias, ¿para qué? Solo para informarle a la familia Ling qué la menor de la familia se casaría con él. Más que una petición sonaba como una orden, ya suponía la respuesta de la mujer, así que decidió dejarlo así.



Personalmente él lo haría, y para ello se había memorizado las rutas del pueblo, aún tenía duda de cómo llegar a su casa, una cosa era llegar por la parte trasera a lado de un bosque y otra era llegar por una calle principal, en fin... tenía esperanza de no perderse.



En cuanto a los padres de Shui, ellos se encontraban más que alegres aquella noche, ya habían pactado el cuándo y dónde sería la unión matrimonial de Shui con Xu Jin, la señora Ling no le había mencionado nada a su marido sobre la horquilla qué había encontrado en el cuarto de Shui, puesto que creyó qué la echaría de casa, ella no lo veía conveniente, quería pertenecer en cierto modo a la familia Xu y a través de Shui era el cómo iba a conseguir ello, fue así como decidió no decir nada, al fin y al cabo la unión se había planificado para finales del mes.



Qin Shi Huang ya se encontraba en su palacio listo para ir por Shui, no obstante, pasó a su habitación a cambiar su ropa debido a que la que tenía estaba algo rota, estaba por irse, pero también decidió tomar un baño, al finalizar se recostó en su cama solo para descansar por "unos breves minutos" y sin darse cuenta... se quedó dormido, el cansancio pudo con él. Cuando despertó faltaban poco más de dos horas para el atardecer, despertó algo alterado y completamente bañado en sudor, al final se había dado un baño en vano, "¡mierda! ¿Cuánto tiempo dormir? Más bien... ¡¿Por qué nadie me despertó?!" se levantó tan rápido como pudo y salió de su habitación directo a llevar a cabo todo lo que había planificado. Tomo uno de sus caballos y salió acompañado por Zhāng Hui y algunos de sus guardias más leales. Ya veía venir qué su llegada sin previo aviso al pueblo llamaría mucho la atención... con lo tímida qué era Shui no sabía cómo iba a reaccionar, aun teniendo en cuenta que a veces se le quitaba la timidez, seguía en duda de cómo sería su reacción.


Ya estaba de camino hacia el pueblo, pero a la mitad olvidó la ruta que debía tomar, para su buena suerte Zhāng Hui sí la recordaba bien e indirectamente le dio las indicaciones al emperador, fue lo más indirecto posible, esto para que no se le diera al emperador por solo ir "por donde el pulso lo guiara".



Al llegar al pueblo los civiles qué se encontraban aun fuera de sus hogares miraban estupefactos, no podían creer que su rey estuviese frente a ellos. A consecuencia del ruido producido por los caballos la gente comenzaba a salir de sus hogares para ver que sucedía y al mirar la escena frente a sus ojos simplemente tampoco lo podían creer. Lo seguían con la mirada pues querían averiguar cuál era su destino, algunos otros consideraban qué tan solo estaba de paso por ahí y que su destino era otro. Qin estuvo casi por pasar la casa cuando la reconoció repentinamente, estaba ajusto frente a ella, detuvo el andar de su caballo acto qué también fue seguido por los que lo acompañaban, fue en ese instante en el que Zhāng Hui entendió que ese era el sitio, no hubo necesidad de si quiera tocar la puerta ya que ambos padres de la mujer salieron. Zhāng Hui bajo de su caballo y después de presentarse le entregó a la pareja un pergamino, en el cual se manifestaba el deseo del emperador de hacer a la señorita Ling Shui su consorte. La palabra "reina consorte" qué estaba escrita en el pergamino se fijó completamente en la cabeza de la pareja, los cuales aún estaban incrédulos ante lo que leían, no cabía en sus cabezas aquella petición de su rey, tenían muchas preguntas al respecto, pero no podían hacer ninguna, pues... ¿Cómo se iban a atrever a cuestionarle algo a su emperador?



Qin Shi Huang bajo de su caballo y preguntó por la ubicación de Shui, a lo que la señora Ling entró ligeramente en pánico al recordar que la tenía encerrada en su habitación, qué su rostro tenía marcas de golpes y debido a los pocos alimentos que había ingerido se veía enferma.



Mientras tanto Shui se hallaba en su habitación, poco se interesaba por el ruido que había afuera, se sentía mal en todo aspecto. No obstante, reconoció una voz familiar, "¿esa voz es de... Ying Zheng?" pensó, y de inmediato su corazón comenzó a latir desenfrenadamente fue en ese instante en el que pegó su oído a la pared para poder escuchar lo que sucedía afuera pues quería confirmar si verdaderamente esa era su voz.


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Tremendo... En fin les regalo esta bella imagen de Qin Shi Huang
(créditos a yujiniani, de Twitter)

 En fin les regalo esta bella imagen de Qin Shi Huang (créditos a  yujiniani, de Twitter)

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