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Qin Shi Huang llegó de su entrenamiento y se dio un baño, relajó sus músculos en el agua tibia que inundaba su tina. Al finalizar salió y se vistió con algo más formal y tradicional como emperador, para luego salir a su oficina.
Al llenar y comenzar con su rutina Zhāng Hui entró a la habitación, no sin antes reverenciarlo.
-Majestad, sucedió algo...- se expresó inquito.
-Dime.
-La señorita Ling y Xin tuvieron un insistente...
-¿De que tipo?
-Tuvieron una pelea.
Qin golpeó la palma derecha de su mano contra su frente, era el segundo día de Shui en el palacio y ya se había metido en problemas.
Las llamo a ambas a su oficina. Después de que la dos entraran, observó cómo Shui tenía el cabello desaliñado y aún más roja una mejilla, mientras que Xin tenia un puñetazo en la quijada y un par de rasguños.
Ambas dieron su versión por tiempos, Xin habló primero, omitiendo la actitud e insultos de su parte hacia Shui, Shui se limitó a confirmar la versión de la otra mujer debido a la culpa que sentía por haber actuado con tanta imprudencia.
Qin Shi Huang pidió que salieran todos de su oficina, a excepción de Shui. La mujer se sentía nerviosa, ya se esperaba un fuerte regaño.
-Actúe de forma imprudente, lo sé...- Shui rompió el silencio con su típica voz suave.
-¿Qué lo provocó? Te conozco bien y sé que no sueles comportarte así.- habló seguro y sereno.
Le sorprendió mucho a la mujer la actutud de su rey, todo apuntaba a que ella había sido la culpable y aún así no estaba reprendiendola.
-No me gustó su tono de voz...- explicó Shui apenada, pues en parte era cierto, aun que no le gustara admitirlo.
-¿Eso es todo?- Preguntó quitándose la venda de los ojos para luego acercarse a ella y mirarla de cerca.
-Dime todo, sin miedo, veo en tus ojos querer decir más.
-Es que... me levante de malas- desvío la mirada avergonzada -Estaba por desayunar y me habló en un tono tan despectivo que...- apretó sus puños de rabia, Qin lo notó y tomó sus manos para entrelazar sus dedos con los de ella, Shui respiro hondo y exhalo -Bueno, si te soy sincera, creo que me puse un poco celosa...
-¿Celosa? ¿Por?- Qin no comprendía el por qué.
-Dijo que era tu favorita.- se sonrojo, le avergonzaba admitir sus celos y malhumor.
-Para nada, admito que si pase algunos buenos momentos con ella, pero no es para tanto, y no sé porque te dijo tal cosa, ni ella ni ninguna otra portan ese título.- Se quedó pensativo por un instante.
Shui alzó una ceja al escuchar la frase "pase algunos buenos momentos". Al instante Qin se percato que al parecer le estaba echando más leña al fuego.
-No, no, no cómo contigo. No la vi de la forma en la que te miro a ti. De cualquier forma ahora me tienes sólo para ti.- trato de arreglar sus palabras, a su vez colocó las manos de Shui en su pecho.

La mujer asintió sonrojada entre leves risas, divertida por la reacción de su amado.

-No quedaste tan mal para no saber mucho sobre golpes.- cambio de tema el hombre y posó su mano en la mejilla enrojecida de la mujer.

-Últimamente he recibiendo muchos, supongo que se me quedaron gravados de una u otra forma- bromeó Shui, broma la cual no le dio gracia a Qin.
El emperador la miró intranquilo, con el seño un poco fruncido.

-No me mires así, ríete un poquito.- Shui sonreía nerviosa.

Qin solo suspiró negando con la cabeza y le sonrió.

-Cómo futura miembro de mi corte y mi futura esposa, debes de aprender que las acciones tienen consecuencias y créeme que ni tu ni la señorita Xin se van a salvar de un castigo.- en realidad no le iba a poner un castigo severo, pero de una u otra forma tenia que hacerla reflexionar sobre sus acciones, cosa que iba tambien para Xin.

-Lo sé, lo sé.- contesto Shui.

-El tuyo será acompañarme todas las mañanas a ejercitarme, más que un castigo es un premio~.

-De acuerdo.- pronunció, "¡Nooooo! ¡Todo menos eso!" Gritó internamente, tratando de no perder los cabales. No le gustaba levantarse temprano y menos le iba a gustar levantarse antes de que el sol comenzará a salir.

𝓣𝓸𝓰𝓮𝓽𝓱𝓮𝓻 𝓾𝓷𝓽𝓲𝓵 𝓽𝓱𝓮 𝓫𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻 𝓮𝓷𝓭 ♡𝓠𝓲𝓷 𝓢𝓱𝓲 𝓗𝓾𝓪𝓷𝓰Where stories live. Discover now