𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞 𝐀𝐥𝐟𝐚 [OMEGAVERSE] 𝘽𝙞𝙣𝙬𝙤𝙤

Sinopsis

Una vez que se graduó de la escuela secundaria, decidió inscribirse en la universidad inmediatamente. Sólo había un detalle, eran pequeños apartamentos en donde se exigía tener un compañero de cuarto, pero debían ser de Omega con Omega, Omega hombre o mujer con beta mujer, beta hombre con alfa, y alfa con alfa. No estaba permitido por ningún motivo Alfa con Omega, debido a los historiales de embarazos que hubo en años pasados. Además el director de aquella universidad, tenía el típico pensamiento de que el Omega provocaba al alfa y por eso quería evitarse problemas.

Lee DongMin estaba cien por ciento seguro de que era beta. Tenía veintidós años de edad y nunca en su vida había presentado indicios de ser un alfa o un Omega. Nunca tuvo olor, nunca tuvo celo. Aunque su tamaño y contextura era algo de lo que se debatía mucho, porque no era muy alto y tampoco tan fuerte, pero no tan delgado.

Decidió mudarse con su mejor amigo MoonBin, un alfa de veinticinco años, los cuales mantenían una amistad desde hace más nueve años.

Todo marchaba los primeros meses. DongMin asumía las cosas de el apartamento, mientras que MoonBin era un poco más descuidado. Él prefería estar por ahí, viviendo su vida.

DongMin por su parte se creía un beta tranquilo, porque prefería estar más leyendo, estudiando en los clubes de la universidad.

Hasta que un día...

Despertó sintiéndose extraño, enfermo. Unas horribles ganas de vomitar, con un dolor en su parte baja, un calor insoportable lo obligó a quejarse y volverse un ovillo en la cama.

Salió de su habitación para buscar a MoonBin, pero se encontró con este tirado en el sofá, en bóxer con una chica completamente desnuda tapada con una frazada. Intentó despertado, pero MoonBin sólo soltaba incoherencias. Aún estaba bajo los efectos de el alcohol, así que salió de ahí.

En el campus se encontró con Sanha, un amigo Omega que vivía en los otros dormitorios.

—DongMin, ¡Dios...! ¿Estás bien? —Preguntó alarmado al momento que lo ayudaba a sostenerse.

—A-a la... enfermería... p-por favor... San... —Pidió con una mueca de dolor. Sanha no lo pensó dos veces, lo aferró más su agarre y lo llevo directamente hacia allá.

Nunca había experimentado esa sensación, por lo que se encontraba aterrorizado de que algo ande mal con él. Veía a la doctora revisarlo, leer expedientes con el ceño fruncido.

Sanha lo esperaba impaciente en el pasillo. Movía sus dedos suspirando y rogando porque no sea nada malo.

La doctora terminó su revisión, llamó a Sanha y este inmediatamente ingresó a la habitación para acercarse a él preocupado.

—¿Qué tiene doctora? — Deseó saber Sanha.

Ella sonrió con tranquilidad.

—Nada fuera de lo común, no se preocupen.

DongMin no podía estar tranquilo de todas maneras. Ese dolor, esa sensación no era normal.

—Entonces ¿qué me pasó? —Quiso saber con el corazón latiendo rápido.

—Nada grave, sólo acabaste de presentarte como Omega.