𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞 𝐀𝐥𝐟𝐚 [OMEGAVERSE] 𝘽𝙞𝙣𝙬𝙤𝙤

♡Capítulo 8

MoonBin atravesaba el campus hecho furia, la rabia que emanaba por sus poros era tan intensa que podía notar como algunos estudiantes disipaban donde esté iba a pasar.

Odiaba las putas mentiras, odiaba que le vean la cara de imbécil, y justamente la persona en quien más confía, la más importante, estuvo ocultandole algo tan importante.

Se sintió tan estúpido. Habían tantas señales claras delante de él. La extraña forma de DongMin comportarse esas últimas semanas, su mirada ausente cuando le habló de sus ganas de encontrar un Omega, su olor... ese maldito olor que sentía que no era artificial, si no como algo que venía de él

Ese olor que lo hacía enloquecer.

Sentía a su alfa contento por la mención de Omega y DongMin a la vez. Pero su lado humano lo único que quería hacer ahora era matarlo.

Sintió sus manos frías, como el sudor transpiraba de su cuerpo aunque fuera una noche fría.

Minhyuk charlaba con unos compañeros cuando lo vió pasar. Se acercó a él con rapidez. El olor de el alfa estaba asustado a todos los de él campus. Un olor tan fuerte que muchos no pudieron soportarlo y se alejaron inmediatamente de ahí.

—MoonBin, ¡hey! ¿Qué te pasa? — Preguntó preocupado sosteniendo su brazo. Pero sintió como su cuerpo se tensó al escuchar aquel gutural sonido que brotó de el pecho de el alfa. Inmediatamente lo soltó con temor.

El alfa retomó su caminó en fracción de segundo. Minhyuk se quedó estático. ¿Qué demonios estaba pasando?

Sacó su teléfono y le marcó a Sanha inmediatamente.

DongMin ordenaba las compras que había hecho en la alacena con sumo cuidado. Para su mala suerte habían cancelado las clases en último momento y las nubes amenazaban con llover, así que no pudo quedarse más tiempo afuera.

Se sentía intranquilo. Sabía que en cualquier momento MoonBin vendría.  Tendría que verlo, hablar con él, porque después de todo tenía que preparar la cena para ambos. De todas maneras por más que quisiera evitar al alfa, no podía hacerlo al cien por ciento. Vivían juntos, así que era la razón más grande.

Resopló con aires de melancolía. Cerró la puerta de la alacena una vez que término de acomodar todo. Sacó los ingredientes que utilizaría para preparar la cena.

Su vista se desvió la una bolsa en específico. Esa bolsa tenía aquella chaqueta que tanto luchaba por no comprarle al alfa.

Se debatió mentalmente en el Supermercado cuando Sanha y él hacían la fila para pagar las compras. Esta vez su instinto fue más fuerte. Le dijo a Sanha que se quedará en la ahí mientras él regresaba. Caminó por los largos pasillos que parecían laberintos sintiendo su corazón arder. Al final, término comprandola.

El verdadero problema era como se la daría a MoonBin. Pensó en dejarla encima de la cama de el alfa, pero no sé sentía capaz de entrar a la habitación sin recordar los besos, sin querer quedarse allí en ese calor que tanto extraña. Tampoco sentía la valentía suficiente para dársela él mismo. Osea, ignorarlo por dos días y después aparecer con una chaqueta de la nada, sería demasiado raro.

Dió un respingo al escuchar como la puerta se abría de golpe y se cerraba de la misma manera.

No bastó mucho para que MoonBin apareciera en su campo de visión. Lo miró con confusión al ver que el alfa se acercaba a él con los ojos llenos de rabia.

—Bin... — Intentó articular, pero fue demasiado tarde. El alfa lo tomó de el brazo bruscamente. Frunció el ceño y alzó la mirada. Se aterrorizó al ver como el alfa lo miraba expresión llena de cólera, soltaba un olor demasiado fuerte. —¿Qué te pa...? ¡Au! ¡Me lastimas!—Se quejó con una mueca de dolor al sentir como este apretaba su agarre.