𝐑𝐨𝐨𝐦𝐢𝐞 𝐀𝐥𝐟𝐚 [OMEGAVERSE] 𝘽𝙞𝙣𝙬𝙤𝙤

♡ Capítulo 3

Sanha corría con gran velocidad hacia los dormitorios. Ya eran pasada las once de la noche y aún no entendía el porque la hora de fue tan rápido.

Atravesaba el campus completamente solo, con frío y miedo, todo estaba completamente oscuro, no había absolutamente nadie por ahí.

Un olor a tabaco y marihuana hizo que se detuviera abruptamente. ¿Quién estaría fumando en la universidad? Eso estaba prohibido, y más bien, ¿Quién estaría ahí a esa hora?

No quería involucrarse mucho, así que retomo su caminó abrazándose a si mismo mientras apresuraba sus pasos. Pero una voz dura y rasposa hizo que su sangre se helara.

—Miren quién está aquí chicos.

Era Wohno, uno de los alfas más patanes y peligrosos de toda la universidad. Desde que entró a ella se ha dedicado a molestar Omegas y betas, acostarse con ellos y exponerlos en redes sociales como "putas"

Volvió en sí con un poco de valentía y intentó retomar su camino. Eso molesto un poco a el alfa, quien tiró el cigarrillo al piso y lo aplastó apagandolo. Se acercó a él Omega obstruyendo su camino con una sonrisa de malicia.

—Wohno, no quiero problemas —Dijo intentando sonar serio, pero estaba atemorizado.

Escuchó una carcajada de el alfa y de otros chicos que estaban con él, quienes estaban fumando.

—Ternurita... no quiere problemas —Habló meloso pasando su mano por el rostro de este. Sanha se echó hacia atrás evitando aquel contacto, el cual  hizo que su Omega sintiera asco.

Intentó huir, pero el alfa lo tomó por los hombros y lo empujó hacia el suelo con brusquedad.

—¡¿Por qué me molestas?! ¡Déjame! —Gritó con miedo, encogiéndose.

—Uy, se va a orinar —Dijo con burla soltando una carcajada.

Sanha se levantó de el suelo adquiriendo Valentía.

Era esto o muerte.

Así que tomó impulso y le dió una patada en la entrepierna a el alfa, el cual se retorció y cayó al suelo.

Aprovechó para huir.

—¡Siganlo imbéciles! — Ordenó Wohno molesto mientras sentía aquel horrible dolor.

En cuestión de minutos sus amigos fueron detrás de él Omega.

Sanha no sabía a donde iba, pero lo único que sabía era que los alfas casi le estaban pisando los talones. Estaba imperventilado, su corazón latía con fuerza y las ganas de llorar no sé hicieron de esperar.

Entró a uno de los edificios de la universidad seguido por aquellos chicos.

Corrió y corrió hasta que divisó a un estudiante poniendo su llave en la cerradura abriendo su departamento.

Bingo.

—¡Permiso! —Gritó al chico empujándolo y ingresando al departamento.

—¡Hey! ¿Qué haces? —Le llamó el chico con enojo, pero al ver a los cómplices de Wohno buscando a alguien, entendió todo y ingresó en silencio a su apartamento.

El Omega estaba en la sala parado, respirando con dificultad y completamente atemorizado.

—¿Quién eres? Y sabes muy bien que no se permiten Omegas en este edificio —Dijo el chico con seriedad parado en el marco de la puerta.