Capítulo 12 - se revela un demonio -

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Percy había salido del trance de control en el que lo habían metido, ahora estaba demasiado furioso con todos, bueno, casi con todos. Se le hacía difícil enojarse con Saria, porque realmente él no sabía que era lo que sentía por ella.

Habían decidido reunirse todos en el salón principal de aquel castillo, un lugar que le recordaba que en un tiempo pasado aquel color había sido su nombre. Prácticamente, todo en ese lugar estaba teñido de ese color, desde los vasos más pequeños hasta las alfombras y cortinas más largas.

— ¡yo no soy el rey de este lugar! — exclamo Deyxam con rabia.

— No puedes negar ese puesto, hijo — dijo su abuelo con sorpresa extendiendo sus manos —, el Reino de Pulsar ahora depende de ti, aquella corona que sostienes sobre tu cabeza ahora te representa.

— Además, que todavía no te hemos entregado las reliquias — añadió Terion en medio de la charla.

— ¿Qué reliquias?

— Objetos con magia increíble sostenida dentro de los mismos — le respondió Demira con el aspecto enojado de siempre —, eso no se le da a cualquiera, solo al más fuerte del mundo de pulsar... tú no lo serías de no ser porque tienes al espíritu de Azuro en tu interior y por qué tu madre añadió en ti lo mismo que tiene ella.

— Es demasiada explicación de tu parte, joven Demira — le espeto en voz alta el abuelo Basteris —, ha sido demasiada charla, por favor, inicien con la entrega de las reliquias.

Entonces Demira, Terion y Saria se retiraron hacia unos cajones negros con relieves florales y de dentro sacaron objetos desconocidos envueltos en paños rojos que brillaban como la luna absorbiendo la luz del sol. La primera en acercarse fue Demira, abrió el paño mostrando dos pistolas al mismo tiempo que se arrodillaba levantando dicho objeto hacia él.

— Estas son las pistolas de Zashimicuzhum — dijo Demira como si estuviera recitando una profecía o algo con una profundidad espectacular —, Khalir y Zhurtu, ambas, usadas de manera apropiada, pueden causar destrucción o aportar salvación, su munición es infinita y varía según el pensamiento del portador... para que nunca te falte algo con que atacar, mi Rey.

Demira se puso de pie dejando las armas en mis manos, en cuanto se retiró el paño y las pistolas desaparecieron para posicionarse con estuches a los muslos de Deyxam. Procediendo con la entrega siguió Terion, quien hizo lo mismo que Demira y luego comenzó a recitar mostrando lo que estaba en el paño.

— Estos son los guantes de Ketsitzu.

Percy vio que eran de cuero, a medio dedo y tenían puestas pirámides de metal en los nudillos y en las partes delanteras de los dedos, entre los nudillos y las muñecas tenía un yin yang, pero esta tenía tres partes, una roja, una negra y una blanca.

— Usándolas, el portador podrá confrontar ataques de energía — dijo Terion prosiguiendo con su explicación —, los guates absorben cualquier ataque de este tipo, y le permite al portador devolverlas con la misma fuerza y energía... para que nunca le falte algo con que defenderse mi rey.

Terion se puso de pie y se retiró, entonces el paño desapareció y los guantes aparecieron en sus manos, como si se construyeran solitas encima de la piel de sus manos. Ahora era el turno de Saria, se acercó arrastrando su largo vestido negro y rojo, y adopto la misma posición. Dentro del paño un collar de borde dorado, casi vacío en el medio, rellenado por tres partes iguales de un yin yang, una roja, una negra y la última blanca.

— El collar de la visión de Yertridho — dijo algo nerviosa, Percy imagino que se había Griscado — el objeto más peligroso después de la espada Antorcha, unidas todas las partes del collar le da a su portador la habilidad de recuperar, dar y quitar poder a su portador, con ello el portador también obtendrá la sabiduría necesaria para saber usar dicha habilidad... para que siempre sepas tomar bien tus decisiones, mi Esposo.

El Primer Héroe - El único deseo del demonio [Rojo y los héroes del nuevo mundo]Where stories live. Discover now