Capítulo 13 - Pistas del demonio -

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Ahora Percy vagaba entre los árboles y ríos de la selva amazónica, sabia que su madre no dudaría en buscarlo, pero tampoco podía ir más rápido de lo que realmente sus energías le permitían. Tenía heridas por todo su cuerpo, en cuanto se acercó a un río se dejó caer en sus aguas.

Rápidamente, su cuerpo empezó a curarse a sí mismo, quedo dormido y la corriente del río se lo llevo.

•••

— Oye — le dijo una voz —, extraño, no puedes estar en estos territorios — dijo picándole el brazo con un palo.

Percy abrió los ojos y una bola de fuego empujo a quien lo había despertado, sin aviso ni nada, no hubo pelea, en menos de un segundo Percy se vio atado de manos y pies con la boca tapada. Aquel ser que lo había levantado del sueño se puso frente a él.

Tenía la piel pálida, los cabellos blancos y los iris de sus ojos eran rojos. Percy imagino que tal vez era otro de los experimentos de su madre, más, sin embargo, no hizo nada, quería saber que tenía planeado y luego ya destruiría todo a su paso para poder seguir su camino.

— ¿Qué le sucedió a tu ojo? — dijo el ser pálido — te han hecho mucho daño, ¿verdad?... no quiero hacerte daño, yo soy Magnus Maximhofh, te llevaré con mi gente, te ayudaremos.

El pálido ser llamado Magnus lo tomo en brazos y lo puso sobre sus hombros, volvió a correr y en un parpadeo apareció en un corte, en lugar de muebles todo estaba construido con piedras.

— El señor Magnus Maximhofh ha convocado al consejo — dijo uno de los presentes, quien también tenía la piel pálida, entonces Magnus hablo.

— He encontrado a este hombre en la orilla del río a un kilómetro, está lastimado, pido que podamos colaborar con él para que pueda sanar sus heridas.

— Señor Maximhofh, entendemos su sentido de altruismo hacia los seres que rodean nuestros territorios, más, sin embargo, no puede traer desconocidos a un reinado donde nos hemos mantenido ocultos de los humanos para evitar nuestra destrucción.

— Entiendo bien eso, pero él no es humano, miren sus ojos — entonces Magnus tomo a Percy del mentón lentamente elevando sus ojos al juzgado.

— Quítenle el bozal al prisionero para que pueda indicarnos su raza — dijo el anciano y le liberaron la boca, Percy se mantuvo callado y con la expresión furiosa.

— Déjenme ir — dijo Percy claramente, pero no en voz alta.

— Señor, estamos tratando de ayudarlo.

— Déjenme ir — volvió a repetir.

— Siendo inoportuno este ser, el consejo decide que se lo aprisione con máxima seguridad.

En cuanto otros dos hombres pálidos tocaron sus hombros, todo se incendió en una explosión, de inmediato, varios más pálidos lo buscaron para golpearlo a máxima velocidad, y a la misma velocidad que recibía los golpes se regeneraba. Casado de los golpes, su cuerpo libero unas descargas eléctricas dignas de llamarse rayos.

Todas las construcciones de piedra que tenían se derrumbaban por la descarga de energía, luego las piedras y la tierra salieron volando en varias direcciones, ni con toda la velocidad que tenía aquel pueblo era posible hacerle frente a quien habían traído. Después de haber causado tanta destrucción, Percy simplemente se fue.

•••

A la mañana siguiente, tras despertar, Percy hizo un plano mental dentro de su cabeza, deseaba volver a ciudad cristal, aunque aquello le representaré tener que ir caminando, hizo cálculos con la salida del sol, y concluyo que tenía que dirigirse hacia el noreste, sería difícil tener que calcularlo cada rato, pero parecía ya no importar demasiado.

No avanzo demasiado hasta que una flecha se clavó en su espalda, Percy gruño y se enfureció. La flecha explotó y lo voto hacia adelante, el suelo era húmedo y en cuanto su cuerpo toco aquella humedad absorbió el agua para regenerarse.

Se paró y volteo a ver quien lo estaba atacando, era un hombre que iba cubierto con cueros de animal, a su derecha un jaguar semi humanoide y a su derecha una anaconda de más o menos unos 10 metros de largo, porque su grosor y altura eran espeluznantes.

— ¡oh! Parece ser que no murió — dijo el hombre de cueros — un placer, mi nombre es Daji Dabba, soy un cazador... de humanos, seguramente tú eres aquel hombre que están buscando para resolver el supuesto problema que existe.

— Fuera de vista — dijo Percy con la mirada furiosa.

— Veo que te regeneras, tal vez por eso te están buscando... chicos, mátenlo.

El hombre jaguar se acercó con gran velocidad, pero se detuvo a medio camino, el iris del ojo izquierdo de Percy estaba girando, parecía haber quedado inmovilizado, temblaba intentando moverse, se sorprendieron al ver al jaguar inmovilizado y la anaconda ataco.

Ahora el iris del ojo derecho comenzó a girar, y la serpiente enorme junto con el suelo fueron cortados en cuadrados por una especie de viento abrumador que empujo todo aquello que había cortado delante de él.

El cazador Dabba quedo aterrorizado observando aquella escena de poder, simplemente el terror que le había causado le había impedido moverse. Cuando hecho la mirada al frente, vio a Percy parado delante de él.

— Fuera de mi vista.

Dabba cayó atrás y se arrastró en reversa intentando alejarse de Percy, dándole paso libre a que pueda continuar su camino.

•••

Después de tanto caminar llego a un río, al otro lado, un bar, decidió cruzar el río y en cuanto piso las aguas, estas mismas le impidieron hundirse, dando una percepción de que estuviera caminando sobre ellas. En la otra orilla había un barquero el cual quedo sorprendido viendo a un hombre caminar sobre las aguas de río.

De inmediato ese hombre corrió al pueblo y Percy lo siguió esperando encontrar un lugar donde quedarse, en cuanto hubo llegado tras seguir a aquel hombre vio que la gente estaba batallando para que una represa encima del mismo lugar no se venga abajo. Percy subió rápidamente.

Cuando hubo llegado a la cima donde se ubicaba la represa, estiro las palmas hacia la catástrofe, y de repente sintió como si tuviera la tierra en las manos, movió sus manos como haciendo figuras instintivamente.

— Fuera de mi vista — dijo Percy y la gente se retiró asustada por su imagen.

Volvió a mover las manos haciendo figuras en el aire y luego las elevo al cielo y del suelo, salieron picos de tierra que perforaron las paredes rotas de la represa, de esa forma dándole más resistencia, luego moldeo la tierra para que quedara firme y finalmente la represa quedo estable.

La gente quedo sorprendida y luego festejo, tomaron a Percy en hombros y lo llevaron al pueblo.

•••

Percy no se quedó a festejar, decidió marchar en medio de la noche, cuando ya estuvo lo bastante lejos de aquel lugar sus huesos comenzaron a temblarle, sintió nuevamente como si su cuerpo estuviera triturando sus huesos y atrofiando sus músculos. Se retorció en el suelo, gritando con todas sus fuerzas mientras las lágrimas salían de sus ojos.

Entonces una luz lo ilumino desde el cielo de la noche y lo comenzó a elevar hacia la nave, prácticamente estaba siendo abducido. Quiso expulsar rayos y truenos de su cuerpo, pero el dolor que estaba sufriendo se lo impedía por completo.

Finalmente, no pudo hacer nada para impedir que se lo llevaran.

El Primer Héroe - El único deseo del demonio [Rojo y los héroes del nuevo mundo]Where stories live. Discover now