Hermosa Catástrofe

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¿Cuántos días se necesitarían para desenamorarse del amor de tu vida? Siendo exactos, tu corazón es quien decide eso. Es quien decide dejar de sentir esos latidos acelerados y venenosos cada vez que pasa esa persona, es quien decide dejar de sentir mariposas cada vez que hace la mínima acción hacia ti, haciéndote así estúpidas ilusiones.

El amor es una palabra corta con millones de historias por detrás.

Louis había aterrizado con éxito, no había terminado el aterrizaje que el castaño ya estaba levantándose segundos después del asiento, que según el, es muy incómodo.

Harry andaba algo perdido y hambriento, esta vez iba por calles menos tenebrosas y mas normales, donde las personas paseaban a sus mascotas, iban con sus hijos al parque, corrían de un lado para otro con recados o bolsas de la compra. Necesitaba pararse, así que entró a la primera cafetería decente que vio, tenía un aspecto acogedor, sus azulejos en el interior eran de un color marrón cálido, el suelo de una madera que crujía amablemente al pisar y el olor a café recién hecho inundaba cada parte de sus fosas nasales, respirando de manera mas profunda. El chico de ojos verdes amaba tanto el café que asegura que si no hubiera conocido a Louis estaría casado con aquel líquido delicioso y amargo.

Saludo amablemente al camarero de la barra y se acerco sonriente.

-¿Que desea?- Preguntó el chico tras la barra. Era un chico alto y joven, su rostro era alargado y peludo, su cabeza estaba llena de mechones de diferentes colores, tenia un poco de barba en el mentón, y sonreía forzosamente a todo cliente que pasase.

-Un cortado, por favor- La verdad Harry ni si quiere sabia como iba a pagar. Solo sabia que ahora mismo la solución a sus problemas era tomar café.

Subió su mirada para así dar una vista ligera al lugar, se fijó que de la pared colgaba un gran televisor, el canal que estaba puesto, al parecer anunciaba las noticias.

-Noticias de ultima hora-Hablo la periodista pelirroja tras la pantalla-Al parecer un hombre
no reconocido, sale de uno de nuestros transportes personales. El guardia Rubio oficial de la seguridad de los transportes, persigue a este individuo por todo el establecimiento, este intenta taparse la cara, al parecer viene de otro lugar, nuestro objetivo es capturarlo y meterlo en prisión por solicitar un viaje ilegal...-

-La gente esta muy mal de la cabeza- Añadió el camarero rodando los ojos a la vez que le entregaba el cafe a su cliente.

Harry sigue mirando con el ceño fruncido el televisor, pero sin prestarle en si mucha atencion a las noticias, la mayoría de las cosas que anuncia la televisión es más que mentiras-...Recuerden si lo ven, no duden en llamar a la policía . A continuación le dejamos un video de este individuo-

La periodista desapareció cambiando a un breve vídeo, en donde se proyectaba a uno de los guardias corriendo tras Louis. Harry pudo reconocerlo tan solo por la forma en que corría, este también intentaba taparse la cara y chillaba -Jodida mierda, usted corre mucho. Pero sabe que en mis tiempos jugaba al fútbol así que nunca me atrapará -La voz chillona de Louis rebotaba en las paredes del gran establecimiento volviendo loco a todos.

ERA SU LOUIS. ¿QUE HACUA AHÍ SU LOUIS? Fue el único pensamiento que recorrió la mente del rizado.

La reacción del chico de ojos verdes fue de lo más esperado del mundo, abrió sus ojos sin dar abasto de la situación, se bajó de la silla alta y sin pensarlo un segundo, avanzó de lo más rápido a la puerta de salida. Iba directo cuando la voz del camarero le paró.

-Su cafe, ¿donde va?-Dijo este.

-Se lo regalo, no lo quiero, pero gracias-Dijo en respuesta, empujó la puerta hacia fuera para así salir al exterior y comenzar a correr como nunca lo habia hecho, buscando así algo con que ir mas rápido, mientras que buscaba su ubicación en el móvil. Encontro una bicicleta de color azul celeste apoyada en la puerta de una tienda, con rapidez se acerco, sin importar de quien era, se monto y siguio la indicacion del teléfono que le comunicaba si tenía que girar para la derecha o para la izquierda.