76

113 11 4
                                    

Caminábamos por las nevadas calles, no había absolutamente nadie, solo un par de gatos de calle.
En la esquina de la calle había una preciosa floristería, las flores decoraban toda la parte exterior y las cristaleras daban una visión del interior preciosa. Entré y el olor a flor inundó todos mis pulmones.

-Busca la flor más hermosa- Dije y Reek hizo justo eso.

Una mujer ya anciana estaba tras el mostrador ordenando macetas por colores. Tenía unas gafas y muchas arrugas por su cara, Su pelo era grisáceo y sus ojos azules. Era bajita y llevaba una camiseta decorada con flores.

Me fui hacia otro pasillo, ya sin poder ver a aquella mujer, y mire cada una de las flores. Todas eran hermosas, de diferentes colores y tamaños, diferentes olores y daba alegría estar ahí.

-Lo siento muchacho, se llevaron los últimos tulipanes rojos- Escuché a la mujer hablar ya que no la podía ver.

-Pero usted me dijo que me reservaría el último ramo- Esa voz era más que familiar, oh claro que lo era, era Harry, su hermosa y dulce voz. Me asome por la estantería y Reek me miraba desde la otra punta de la sala, sonriendo y haciendo cosas con las cejas como tipo coqueteo. Le mande a callar y le dije que parara de hacer el tonto. Para ser un hombre de 50 años es muy infantil.

-Lo siento muchacho, tengo 76 años, no recuerdo esas cosas- Harry llevaba una camisa rosa con puntitos blancos, unos jeans apretados y unas botas rosas con brillitos. Su pelo esta vez no estaba recogido, iba suelto, y constantemente se lo echaba hacia atrás.

-Esta bien- Dijo y la señora siguió con su trabajo.

Miro hacia la tienda y yo me escondí. Mire a Reek que al parecer se estaba partiendo de risa y no sabia por que.
Me acerqué a él.

-Para de hacer el imbecil-

-Vamos, ve a verle, sabes que no diré nada, ademas se traen tremendas ganas-

-Reek- Susurré bastante alto. -No puedo tocarlo es parte de la maldición-

-Bueno yo lo toco por ti- Me guiño un ojo y le di un golpe en la cabeza cosa que hizo que este fingiera un chillido, que se escuchó en toda la tienda.

-¿Señores, están bien?-Dijo la ancianita viniendo hacia nuestro pasillo, y rece por que Harry no hubiera escuchado el chillido por que si no también se asomaría.

-Si, solo que LOUIS- Chillo mi nombre y le pisé el pie -Auch LOUIS- Un codazo- Me dijo que había un bicho en una de las flores, y el sabe que me da mucho miedo los bichos, pero luego resultó ser solo una mosca, ¿a que si LOUIS TOMLINSON?- Otro codazo, ¿en que estaba pensado? Mi mirada de asesino cayó en todo su cuerpo.

-Oh, me alegro que no haya sido ningún golpe, cariño- Dijo la mujer mayor y se marchó por donde vino.

-¿Pero eres idiota o comes clavos?-Le susurre muy fuerte, y se que eso también se escuchó en todo el lugar.

Reek comenzó a reírse muy fuerte y yo no entendía por que.

-¿De que te ríes?- El no respondía, solo
estaba sumergido en la risa.

Miro hacia atrás y creo que es cuando lo pille. Pille su indirecta. MIERDA. Me giré y es cuando lo vi. A Harry, tan hermoso e inocente.

-¿Louis?-

-El mismo- Dijo Reek y se marchó, cuanto lo odiaba.

Nos quedamos solos en aquel pasillo iluminado alrededor de plantas y flores.

El dio un paso hacia mi pero yo retrocedí.

-Harry, no te acerques te lo pido por favor- Solo lo hago por nosotros.

-¿Que haces aquí?- No avanzo más.

Vi unos girasoles a mi lado y los agarré.

-Quería comprarle algo a mi esposo-

-¿Esposo?-

-Si, vamos a casarnos-

-¿Le vas a dar mi flor favorita?-Mire el ramo entre mis manos y dios, que idiota, justo tenía que coger los girasoles, sabiendo que Harry ama los girasoles.

-¿Es tu flor favorita?- Obvio que lo sabia, sabia que Harry ama los girasoles por que dice que le recuerda al verano y a su reino ya que este es pura liz y alegría, según él, el amarillo es un color vivo e intenso.

Los ojos de Harry se aguaron y me sentí la peor persona del mundo. Quería cuidarlo de todo. Y solo era un jodido idiota con él.

-Louis, vámonos- Dijo Reek apareciendo de un lado y agarrándome del brazo para salir de ahí. Deje los girasoles, y salimos a la calle, Reek me llevaba hacia algún lugar, pero no me importaba por que sabía que había dejado a un Harry muy dañado ahí dentro.

-ERES UN COMPLETO IDIOTA- Dijo esté soltándome ya en un sitio con poca gente.

-LO SE JODER LO SÉ- Mi voz se quebró.

-POE QUE NO LE DICES LA JODIDA VERDAD, MALDITA SEA, PODRÍAS HABERLE CONTADO TODO DESDE UN PRINCIPIO Y TODO HUBIERA SALIDO BIEN, PERO ASÍ SE HACEN DAÑO-

Comencé a llorar.

-¿SOY LA PEOR PERSONA DE ESTE MUNDO A QUE SI?- Fue lo único que conseguí decir.

Hermosa CatástrofeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora