𝗙𝗘𝗟𝗟𝗜𝗡𝗚𝗦; pansy parkinson

Primer año: Quidditch

Cuando empezó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío. Las montañas cercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo y el lago parecía cubierto de escarcha. Por las ventanas de arriba veía a Hagrid descongelando las escobas del campo de quidditch, enfundado en un enorme abrigo de piel de topo, guantes de pelo de conejo y enormes botas de piel de castor.

Por lo que le había dicho la enfermera Pomfrey a Aurora, la pelinegra estuvo inconsciente dos días, ya que el golpe que se dio en la cabeza provocó una contusión que le quitó las fuerzas y no pudo despertar hasta ese sábado.

La mujer mayor le relató todas las lesiones que tuvo por culpa del enfrentamiento con el trol de las montañas que se había colado en los terrenos del colegio. Se había roto seis costillas por el impacto del garrote del monstruo, tenía un gran hematoma en la espalda por el golpe contra los lavabos y se hizo una brecha en la cabeza por un golpe posterior que no recordaba bien. Le quedó una cicatriz de forma ovalada en el pecho.

Pomfrey le dijo que no había ningún hechizo para hacer que las cicatrices desaparecieran para siempre, pero que si había uno para camuflarlas un tiempo.

Andrew y Regulus, desde que escucharon que su amiga estaba en la enfermería, pasaban la mayor parte del día a su lado, aunque siguiera dormida. Al igual lo hacían Harry y Hermione. Ron no se atrevía a acercarse a la chica Potter por miedo a lo que era capaz de hacer. La mañana que despertó Harry estaba allí, la abrazó con todas sus fuerzas y estuvieron hablando de lo que había pasado en el tiempo que ella llevaba dormida.

Harry le contó que la temporada de quidditch había empezado y que ese mismo día, Harry jugaría su primer partido, después de semanas de entrenamiento: Gryffindor contra Slytherin. Si Gryffindor ganaba, pasarían a ser segundos en el campeonato de las casas.

Casi nadie había visto jugar a Harry porque Wood había decidido que, como sería su arma secreta, Harry debía mantenerse... pues eso, en secreto. Pero la noticia de que iba a jugar como buscador se había filtrado, y Harry no sabía que era peor: que le dijeran que lo haría muy bien o que sería un desastre.

Harry también le contó una cosa que le pasó la noche anterior, se veía que Snape le quitó al de ojos verdes su libro de Quidditch a Través de los Tiempos. Y cuando el pelinegro quiso ir a recuperarlo a la sala de profesores escuchó a Snape hablando sobre cómo se podía estar pendiente a tres cabezas a la vez. Cuando Harry intentó salir sin hacer ruido el hombre lo vio e inmediatamente se tapó la herida que tenía en la pierna con su larga túnica negra. Harry se fue antes de que pudiera quitarle puntos a Gryffindor.

Desde entonces, Harry está todavía más convencido de que Snape es el que quiere robar la piedra filosofal. Aurora seguía estando algo en desacuerdo con esa afirmación, pero dejó que su hermano armara las teorías que él viera necesarias.

Cuando su hermano abandonó la enfermería para prepararse para el partido de ese día, Aurora tuvo que suplicarle a la enfermera Pomfrey para que la dejara ir a ver el partido de quidditch. Al principio la adulta era severa con la idea de que debía estar en reposo, pero era difícil convencer a una niña de once años que no podría ir a ver jugar a su hermano. La mujer le hizo prometer a la pelinegra que no haría nada que le costara la vida, que se abrigaría y que se tomaría la asquerosa poción que le recetó la enfermera para que sus huesos terminaran de curarse correctamente.