Verano 1992: En Flourish y Blotts

174 21 5
                                    

La vida en La Madriguera no se parecía en nada a la de Privet Drive

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La vida en La Madriguera no se parecía en nada a la de Privet Drive. Los Dursley lo querían todo limpio y ordenado; la casa de los Weasley estaba llena de sorpresas y cosas asombrosas. Aurora se llevó un buen susto la primera vez que se miró en el espejo que había sobre la chimenea de la cocina y este gritó: "¡Vaya pinta! ¡Métete bien la camisa!" El espíritu del desván aullaba y golpeaba las tuberías casa vez que le parecía que reinaba demasiada tranquilidad en la casa. Y las explosiones en el cuarto de Fred y George se consideraban completamente normales. Lo que Aurora y Harry consideraban más raro en casa de Ron, sin embargo, no era el espejo parlante ni el espíritu que hacía ruidos, sin o el hecho de que allí, al parecer, todos les querían.

La señora Weasley se preocupaba por el estado de sus calcetines e intentaba hacerles de comer cuatro raciones en cada comida. Al señor Weasley le gustaba que Harry y Aurora se sentaran a su lado en la mesa para someterlo a un interrogatorio sobre la vida con los muggles, y les preguntaba cómo funcionaban cosas tales como los enchufes o el servicio de correos.

- ¡Fascinante! – decía cuando Harry le explicaba cómo se usaba el teléfono –. Las cosas que los muggles inventan para apañárselas sin magia son realmente ingeniosas.

Una mañana soleada, cuando llevaban más o menos una semana en La Madriguera, Aurora y Harry les oyeron hablar sobre Hogwarts. Cuando Ron y ellos bajaron a desayunar, encontraron al señor y la señora Weasley sentados con Ginny en la mesa de la cocina. Al ver a Aurora y Harry, Ginny dio sin querer un golpe al cuenco de las gachas y este cayó al suelo con gran estrépito. Ginny solía tirar las cosas cada vez que Harry o Aurora estaban en la habitación donde ella estaba. Se metió debajo de la mesa para recoger el cuenco y se levantó con la cara tan colorada y brillante como un tomate. Haciendo como que no se había dado cuenta, Harry y Aurora se sentaron y agarraron las tostadas que les pasaba la señora Weasley.

- Han llegado cartas del colegio – dijo el señor Weasley, entregando a Aurora, Harry y Ron tres sobres idénticos de pergamino amarillento, con la dirección escrita en tinta verde –. Dumbledore ya sabe que estáis aquí, Harry, Aurora; a ese no se le escapa una. También han llegado cartas para vosotros dos – añadió al ver entrar tranquilamente a Fred y George, todavía en pijama.

Hubo unos minutos de silencio mientras leían las cartas. A Aurora le indicaban que tomara el tren a Hogwarts el 1 de septiembre, como de costumbre, en la estación King's Cross. Se adjuntaba una lista de los libros de texto que necesitaría para el curso siguiente.

Los estudiantes de segundo curso necesitaran:

- Libro reglamentario de hechizos, Miranda Goshawk.

- Recreo con la banshee, Gilderoy Lockhart.

- Una vuelta con los espíritus malignos, Gilderoy Lockhart.

- Vacaciones con las brujas, Gilderoy Lockhart.

- Recorridos con los trolls, Gilderoy Lockhart.

𝗙𝗘𝗟𝗟𝗜𝗡𝗚𝗦; pansy parkinsonWhere stories live. Discover now