Primer año: A través de la trampilla

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En años venideros, Aurora nunca pudo recordar cómo se las había arreglado para hacer sus exámenes cuando una parte de ella esperaba que Voldemort entrara por la puerta en cualquier momento

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En años venideros, Aurora nunca pudo recordar cómo se las había arreglado para hacer sus exámenes cuando una parte de ella esperaba que Voldemort entrara por la puerta en cualquier momento. Sin embargo, los días pasaban y no había dudas de que Fluffy seguía bien y con vida, detrás de la puerta cerrada.

Hacía mucho calor, en especial en el aula donde se examinaban por escrito. Les habían entregado plumas nuevas, especiales, que habían sido hechizadas con un encantamiento anticopia.

También tenían exámenes prácticos. El profesor Flitwick los llamó uno a uno al aula, para ver si podían hacer que una piña bailara claqué encima del escritorio. La profesora McGonagall los observó mientras convertían un ratón en una caja de rapé. Sumaba puntos la belleza de las cajas, pero los restaba que tuvieran bigotes. Snape los puso nerviosos a todos, vigilándolos de cerca mientras trataban de recordar cómo hacer una poción para olvidar.

Aurora lo hizo lo mejor que pudo, tratando de ignorar las punzadas que sentía en la parte de arriba de su cuerpo, un dolor que le molestaba desde la noche que habían estado en el bosque. Andrew pensaba que Aurora era un caso grave de nerviosismo, porque no podía dormir por las noches. Pero la verdad era que se despertaba por su vieja pesadilla, que se había vuelto peor, porque la figura encapuchada aparecía chorreando sangre.

Tal vez porque ellos no habían visto lo que Aurora y Harry vieron en el bosque, o porque no tenían cicatrices ardientes en el cuerpo, Ron y Hermione no parecían tan preocupados por la Piedra como ellos. La idea de Voldemort los atemorizaba, desde luego, pero no los visitaba en sueños y estaban preocupados repasando que no les daba tiempo para inquietarse por lo de Snape o algún otro estuviera tramando.

El último examen era Historia de la Magia. Una hora respondiendo a preguntas sobre viejos magos chiflados que habían inventado calderos que revolvían su contenido, y estarían libres, libres durante toda una maravillosa semana, hasta que recibieran los resultados de los exámenes. Cuando el fantasma del profesor Binns les dijo que dejaran sus plumas y enrollaran sus pergaminos, Aurora no pudo dejar de alegrarse con el resto de sus compañeros.

- Esto ha sido mucho más fácil de lo que pensé –. dijo Andrew cuando se reunieron con los demás en el parque soleado –. No necesitaba haber estudiado el Código de Conducta de los Hombres Lobo de 1637 o el levantamiento Elfrico el Vehemente.

Los tres amigos se dirigieron al lago negro, tumbándose en la hierba fresca del prado, bajo la sombra de un gran árbol. Estaban agotados por los exámenes y hacía mucho tiempo que no pasaban tiempo juntos por el tema de la Piedra, había evadido el tema de Voldemort, no quería que sus amigos tuvieran nada por algo que no los perjudicaba a ellos.

Aurora les había contado todo lo que había visto y sentido a Regulus y Andrew. Ellos la entendieron perfectamente y le ayudaron a estudiar para los exámenes y que no se centrara en el dolor.

Los tres habían tenido varias reuniones de estudio en el cuarto del Hufflepuff. El compañero de cuarto del castaño se había ido de la escuela por un problema de su familia, le había dicho a Andrew que se transferiría a Beauxbatons. Se quedaban allí a dormir, llevaron varias de sus pertenencias al dormitorio de Andrew, vinilos y dulces, mayormente.

𝗙𝗘𝗟𝗟𝗜𝗡𝗚𝗦; pansy parkinsonWhere stories live. Discover now