Bolüm 6

3.7K 391 2
                                    

—¡Cómo puede ser posible! 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Cómo puede ser posible! 

Las cosas volaban de un lado a otro gracias a Nurbanu quien lloraba y gritaba con furia siendo observada por su fiel sirvienta que no encontraba forma de tranquilizarla por ningún motivo.

—Sultana debe tranquilizarse, en algún momento sus hijos pueden entrar y verla en ese estado.

Canfeda lo sabía perfectamente bien, aquella veneciana a la cual servía esa parte de un HARÉN de un príncipe heredero, un príncipe que si lo quería podía tener más de una favorita y Sultana. 

Y aunque Nurbanu detuviera todas visitas que él tuviese del Harén, llegaría el momento en un descuido de ella y Selim estaría con una nueva mujer que se volvería su nueva favorita o futura madre de sus próximos hijos.

Las reglas del Harén estaban para cumplirse, en ese lugar era muy rara vez que un Príncipe se enamorará profundamente de una esclava y no estuviese con alguien más que ella. 

—Sultana debe pensarlo bien, ella tal vez se quedara un tiempo indefinido si pronto no queda embarazada pronto -trato de animar nuevamente sosteniendo el brazo de Nurbanu- además recuerde usted es su Haseki principal, madre de un Príncipe y la que tiene más influencia en este lugar. 

—¡Él lo prometió, cuando nació nuestro Príncipe no iba a estar con nadie más! -exclamó aventando un poco a Candefa- ¡no lo puedo aceptar, yo soy su única mujer! ¡La única!  

—Sultana… 

—Ella se irá de aquí… -determinó con una sonrisa para nada agradable y dio algunas respiraciones para tranquilizar su agitado corazón- de eso me encargo yo… 

[…]

Harika observó su nueva habitación, parecía ser más grande que la habitación que tenía en Estambul y suspiro terminando de acomodar sus cosas  

—Sultana.

—¿Qué sucede Fakria? -pregunto curiosa dejando su baúl a un lado- ¿Me ha faltado traer algo? 

—El príncipe ha pedido que vaya a sus aposentos -comentó inclinándose a ella y observó que la habitación estaba solamente ella acomodando sus cosas- ¿por qué no hay criadas a su disposición, Sultana? 

—Las Kalfas dejaron mis cosas afuera de la habitación -respondió levantándose del suelo y suspiró preocupada por sus dos únicas amigas- y mis doncellas desaparecieron de repente… 

—Averiguare eso, Sultana -respondió con el ceño fruncido, era su primer día ¿y ya hay problemas?- mientras yo seré quien la lleve con el Príncipe Selim. 

—Si…

Harika se alistó para verse con Selim quien había pedido verle para la cena que haría en su habitación, cuando terminó caminó junto a Fakria y al llegar sonrió observando a Selim quien permanecía en silencio observando a través de la ventana. 

Melifluo [El Sultán] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora