Melifluo [El Sultán]

Capítulo 29

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Diganme si les gusta ❤✨ Este capitulo lo he escrito dos veces y esta es la que más me gusto, pero no se ustedes.

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—¡Su Majestad ha despertado! 

Harika dejó el libro que estaba leyendo a los niños de golpe observando a Canfeda quien parecía bastante alivianada dando la gran noticia. 

—Oh Allah es grande -exclamó sonriendo levantándose de la cama y miró a Nazenin- quédate con la niños, tengo que ir a ver a nuestro Sultán… Esta noticia será como una esclava al corazón de Mahidevran. 

Camino fuera de la habitación con una sonrisa de satisfacción y alivio, realmente comenzaba a creer que él no iba a despertar de su enfermedad, ya había pasado al menos un mes completo desde que había caído inconsciente. 

Y claramente en ese mes, Mahidevran, los jenízaros y Gulfem estaban planeando seriamente en colocar a Mustafa en el trono aun cuando el Sultán no moría, le parecía increíble su pronta ambición. 

—Canfeda ¿Ya se enteró la Sultana? -preguntó con un suspiro cansado dirigiéndose a la Kalfa- ella tiene que ser la primera en enterarse. 

—La Sultana Hurrem ya lo sabe, ella ha pedido que se le avisara.

Al pasar varias concubinas tenían una sonrisa de alivio, pero otras que parecían estar a favor de Mahidevran no lo estaban, querían ser parte del Harén de Mustafa y el rumor de que según iba a ser el futuro Sultán las alocaba con un futuro impresionante. 

Sumbul se le unió con rapidez al dar vuelta al pasillo, al llegar con rapidez a la habitación ahí encontró a Mahidevran mirándole con un gran odio, a su lado estaba Mustafa quien no paraba de mirarle y eso molestaba bastante a su madre.

—Bendito es Allah, mi Sultán -hablo Hurrem después de una batalla de mirada sin fin- hemos rezado por usted durante un mes completo. 

—Padre me alegra bastante que haya abierto los ojos, su despertar es un gran alivio para nuestros corazones preocupados.

Las miradas entre Mustafa y Selim no se hacían pasar desapercibida, algo que hacía sentir bastante incómoda a Harika que no sabía qué hacía ella ahí, sabia que solamente podían estar ahí la única familia directa, sus esposas y sus hijos ¿Que hacia ella ahí? 

(...)

—Su Majestad. 

—Sultana. 

Beso su mano emocionada no había ni pasado menos de dos días cuando el Sultán ya estaba de pie con una salud buena, aun sin ser impecable, pero ya estaba de vuelta en sus labores y uno de ellos era, estar informado de los sucesos ocurridos mientras él no estaba consciente. 

—Padre -Mihrimah sonrió enternecida y orgullosa al ver la sonrisa de la rubia- Harika desde que usted despertó, ella deseaba bastante poder venir a verlo.