Capitulo 27

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—Sultana Cihan

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—Sultana Cihan.

Harika se inclinó a Cihan quien acababa de bajar del carruaje, quien al ver a la rubia solamente movió la cabeza levemente y luego miró a todos, más bien los examinó.

—¿Quién eres tú, Señorita? -cuestionó mirándole fijamente- me habían dicho que alguien más me iba a recibir.

—Ella es la Sultana Harika.

Gulfem apareció detrás de la rubia, al llegar sonrió melancólica al ver a la hija de su Sultana Hatice… Tanto tiempo había pasado de no verla y ella ya era una joven bastante hermosa, con bastante parecido a sus difuntos padres.

—Gulfem me da gusto volver a verte -le llamó sonriendo dándole un abrazo y cuando se alejó prosiguió a hablar- ¿Esposa de quien?

—Esposa legal del Príncipe Selim.

Harika negó con un suspiro ¿No había escuchado las noticias? Sobre su insolencia, según muchos, todos ya sabían que le había pedido el divorcio a Selim y la tachaban de una sinvergüenza.

—Sultana, es cierto que alguien más la iba a recibir, pero -habló sonriendo haciéndose a un lado para que ella pasara y así caminar al palacio- Su Majestad personalmente me ha pedido que la recibiera y la llevará a una habitación para su mejor comodidad.

Cihan comenzó a caminar con Harika a su lado permaneciendo en silencio total aunque era un silencio bastante cómodo, al entrar miro el harén donde fue recibida por todas las criadas.

Siguieron caminando por el Harén, pero se detuvieron cuando Bayazid apareció delante de ellas y Harika se inclinó.

—Principe Bayazid -saludo sonriendo mientras se levantaba- es un gusto verlo nuevamente en el palacio.

—Tenía que comprobar con mis propios ojos que cierta mujer se atrevió a pedirle el divorcio a cierto Príncipe engreído -comentó bastante divertido ganándose una risa nerviosa por parte de Harika quien miro a un lado- Por Allah Harika, no te preocupes te aplaudo por lo que hiciste, estuvo perfectamente bien, el insolente de Selim mereció eso.

—Príncipe.

—Huricihan -llamó a la otra chica que permanecía en completo silencio escuchando la plática tan asombrosa de ambos- tanto tiempo sin verte, has crecido bastante. 

(...)

—Sultana. 

Él podía percibir que la rubia sentía bastante tranquilidad, la cual nunca se le había visto desde que había llegado al palacio, sabia perfectamente que eso tenía que ver con la repentina desaparición de Nurbanu.

Le sorprendió bastante el poder qué ella tenía sobre todos en el palacio, recibió un título de Sultana y es muy querida por el mismo Sultán como si fuera su propia hija, ni que se diga de Hurrem y Mihrimah, si algo le hacían, saltaban inmediatamente por ella, es más ni siquiera intervinieron cuando estaba pidiéndole el divorcio a su propia familia.

Melifluo [El Sultán] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora