Melifluo [El Sultán]

Bölum 14

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Este capítulo @AbeliaRosx me ayudo bastante <3 aunque no se si lo pude plantear bien

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—Harika.

La rubia miró de reojo a Selim quien se encontraba en la puerta de su habitación, cerró sus ojos dando un gran suspiro de cansancio realmente no quería hablar con nadie y mucho menos con Selim que aparecía como si nada en su habitación cuando le dejo de hablar por tantos meses y sin ninguna razón aparente.

—Príncipe le pido que se vaya de mi habitación -pidió cerrando la cortina de la ventana lista para acostarse- no tengo ánimos de hablar con usted y menos cuando me desprecio durante meses sin saber la razón.

—Escucha Harika, yo quiero.

—No Selim, estos días han sido bastantes cansados y perturbadores que lo único que quiero es descansar tranquila -negó cambiando su manera de tratar con él y amarro su cabello con una pequeña cinta que tenía a un lado- puedo hablar con usted cuando regrese de la campaña, hoy no ni mañana.

—Tienes que escucharme,

—No.

Apagó las velas acostándose en la cama ignorando al pelirrojo en la entrada quien permaneció ahí sin importarle que ya no había luz.

—Harika.

—Gritaré y dudo que la Sultana lo deje estar en esta habitación -respondió cerrando sus ojos nuevamente- así que amablemente, le pido que se vaya y respete mi espacio personal.

—Tarde o temprano tendrás que escucharme.

—Tarde o temprano, pero hoy no ni mañana -dijo levantándose para acercarse a la puerta- que descanse y Allah bendiga sus sueños.

Después de darle unos empujones se aseguro que Selim haya salido y cerró la puerta, volviendo a su cama a dormir tranquilamente.

Meses más tarde.

Sumbul recibía a las nuevas esclavas que llegaban al palacio, realmente le agotaba tener que recibirlas, pero ese era su trabajo y por el momento ninguna de las Sultanas.

—Denle un baño a estas criadas, unas irán al harén del Príncipe Bayaceto -dijo tomando el rostro de una de ellas y miró con desagrado- otras se quedarán aquí, que también las revisen las médicas.

—De acuerdo Sumbul.

Sumbul se acercó a Fakria quien miraba a todas las nuevas criadas, quienes unas lloraban y otras maldecían por lo bajo.

—¿Están seguros de que es una mujer? -cuestionó intrigado cubriendo su boca- tiene un rostro bastante tosco, aunque tiene unos ojos muy bonitos.