UN RELATO SOBRE LAS MILFS DE KONOHA. (Terminada)

CAPITULO 7. LA ÚLTIMA NOCHE DE CALMA.

Era de noche, todos empacaban su ropa pues saldrían en la mañana temprano, todo era risas y alegría ya que el cumpleaños del padre de mi amada es una grata celebración en esta familia, les daría mis felicitaciones pero no quiero ser hipócrita con ellos ¿Qué harías si un niño que planea violar a tu hija y destruir a su familia te desea un mejor cumpleaños? Cualquier me mataría en el acto, además no soy un psicópata, solo alguien que tomara lo que quiera sin importar lo que pase o lo que suceda a mi alrededor.

Estaba sentado en la silla pensando en básicamente todo, lo que pase en mi pueblo natal, los experimentos que sufrí con esa gente y mi llegada a la aldea. Realmente he tenido una vida dura y eso que solo tengo 13 años. Si se preguntan porque tengo está clase de pensamientos pues la razón ya la dije antes, mañana temprano se van a ir el señor Naruto y sus hijos, también se va a ir ese chico Kawaki, sigo creyendo que yo no le caigo bien, no porque sospeché de mis verdaderas intenciones sino porque simplemente no le caigo bien. Si lo sé, hay gente así, pero repasemos lo que pasó estos días.

Cuando supe de ese día lo primero que hice fue ponerle esas pastillas al te de Hinata, son pastillas de efecto. Si el que las toma tiene un orgasmo perderá la razón y obedecerá a la otra parte sin cuestionar o rechazar la orden y mientras más orgasmos tenga más sumisa y obediente se volverá convirtiéndose en una persona completamente diferente, se la puse todos los días para así asegurarme que tendrá cuando el momento llegue. También coloque sellos de silencio de esa forma cuando los active nadie escuchará nada afuera de la casa. Y por último tome unas fotos de Hinata bañándose, para recordar el como era antes de ser “devorada” por mi.

El tomarlas fue fácil, conseguí ocultar mi presencia tan bien que ahora el Byakugan no me detecta a mi ni a mí chakra. Ese cuerpo de los dioses no me canso de mirarla, ella es el amor de mi vida, si bien nunca obtendré su corazón quiero que sea mía por el mayor tiempo posible, esa piel tan suave y tersa, no me canso de decir que el señor Naruto tuvo suerte de conseguir a tal diosa como esposa y a pesar de haber dado a luz a 2 hijos aún conserva su rico cuerpo.

En eso ella se volteo y pude verla desnuda por detrás, me quedé como idiota mirándola un largo rato hasta que por fin reaccioné y le tome una foto, por si se lo preguntan, está cámara toma fotos en silencio, además de que no usa flash ni nada pero todas sus fotos son de buena calidad (todo gracias a extraño vendedor).

Le tome un una foto a su trasero, esas nalgas pronto serán mías, pronto mis manos van a tocar ese esponjoso trasero que tanto me ha fascinado.

Esas nalgas que rebotan cada vez que camina, están desnudas, mojadas y diciéndome que las toque y lama, tal vez este enfermo pero ya decidí que esto es lo que quiero y nada ni nadie me va a detener.

 No solo le tome foto a su trasero, también a sus pechos de esa forma tengo fotos de todo su cuerpo, las cuáles guardo en un baúl secreto el cual está enterrado en el patio de atrás, lo enterré de tal forma que nadie sospechará que alguien cavo en la tierra. Fotos de ella desnuda, bañándose y en ropa interior, todo eso lo tengo guardado, lo uso para recordarme que mi premio está cerca, pronto le tòcare los pechos a Hinata. La haré gemir de nuevo y la convertiré en mi mujer que solo vivirá y actuará para mí y por mi.

Está misma noche hablé con Himawari. Ella y yo hemos estado hablando muy seguido desde que llegué, es una niña muy alegre y de gran corazón. Ella siempre me busca para jugar porque según ella siempre tengo cara de deprimido, de verdad es una chica muy feliz y se que algún día será una gran ninja pero solo será posible si todo sigue como esta, si nada cambia.

—Solo estaremos fuera por una semana—Me dijo Himawari antes de salir de mi cuarto—Te prometo que para el siguiente cumpleaños tu vendrás con nosotros.

—Lo espero con ansias—Lo siento Himawari pero eso no va a pasar, de hecho jamás va a pasar.

Debido a esas últimas palabras de la pequeña Uzumaki me hizo darme cuenta de mi situación actual y el como llegué aquí, por eso es que me encuentro aquí en la noche pensando en si realmente debería hacer esto. No quiero que Himawari este triste o sea infeliz, tal vez lo que estoy haciendo está mal, tal vez debería parar y dejar todo esto por la paz. En eso recuerdo lo que me dijo ese vendedor aquel día que le dije sobre el viaje.

—Ahora es cuando ti deseo se puede hacer realidad, solo ten esto en mente, al hacerlo, tu vida será placentera pero solo por corto tiempo lo que significa que serás feliz por el corto tiempo que tienes. Si eliges no hacerlo tu vida será larga pero no hay ninguna garantía de que haya cosas buenas, de hecho es posible que pasé muchos males, si bien es posible que algún día puedas ser feliz eso no significa que tus esfuerzos por conseguir una vida feliz vayan a dar resultados.

El tiene razón, a estás alturas no puedo dar marcha atrás, no ahora qué estoy tan cerca de obtener mi premio. Si no lo hiciera ¿Qué tengo ahora? La estadía con la familia Uzumaki es solo temporal y cuando acabe estaré solo en la calle otra vez, además esto que siento por Hinata es grande y no puede ser apagado. Realmente lo siento por Himawari, espero que algún día pueda entender por qué haré esto, (no pediré su perdón porque que se que eso es imposible) mañana todo esto dará comienzo.

Mañana aquella ama de casa será convertida en mi milf, la tomaré por la fuerza y la haré mía, hoy será la última noche en que ellos tendrán a su madre y esposa porque a partir de mañana mi amada Hinata será mía, mía y de nadie más. Y pensar que el hecho de que el señor Naruto me haya salvado sea la principal causa de que todo esto este pasando resulta ser muy poético. Mañana me daré un festín.

Mañana volverás a nacer mi amada Hinata.