CAPITULO 9. PREPARANDO EL BANQUETE PARA LA CONSUMACIÓN.

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Continué manoseando a la madre de mi amigo Boruto por un tiempo más. Tenía que apreciar la delicadeza de su piel y las suavidad de sus pechos y trasero. Ella no me impedía que lo hiciera pero dejaba en claro que esto era un error.

—Para con esto Donovan, no puedes hacerme esto ¿Traicionaras a Naruto y a Boruto por esto? Todavía hay tiempo para que reconsideres tu error.

—No cometo un error mi amada, lo que hago es lo justo y pronto tu lo entenderás—Le dije mientras veía su vagina.

Era bonita y apetitosa, justo como lo imaginé, sus piernas temblaban como si supieran que es lo que siguiente que voy a hacer, no, como si ella quisiera esto.

Mi mano comenzó a bajar por su estómago y vientre, Hinata noto lo que estaba por hacer y trato de impedirlo.

—¡No, hay no!—Dijo mientras sujetaba mi mano con la escasa resistencia que le quedaba.

—Tranquila mi amor solo la haré sentir bien, esto es algo que su amado debería hacer y por suerte yo estoy aquí.

Le metí los dedos a su vagina.

—¡Ahhhh!—Pego un pequeño brinco, al sentir como dos de mis dedos eran introducidos en su zona íntima. Un lugar donde antes solo el Hokage tenía derecho a verlo, pero ahora es de mi propiedad.

Empecé a darle pequeños masajes con la clara intención de someterla por completo. Ella se movía con más intensidad, era claro que ese estímulo le había devuelto las fuerzas (aunque es más seguro que después de esto ella no volverá a tener fuerza para resistirse) el verla, una mujer mayor, madura y con una fuerte voluntad luchaba con todas sus fuerzas estando desnuda contra un niño de la calle de nada menos de unos 13 años.

—Vamos Hinata, se que te gusta esto, te mueres de ganas de que te siga haciendo esto ¿Verdad? Si eres honesta conmigo, puede que te deje hacerme algo—Le decía mientras seguía con mi masaje. Ella decía que la estaba manoseando contra su voluntad pero ¿Que sabe acerca de sentirse tocada por su verdadero amor?

—Para, para, Donovan ya pará esto no puede avanzar. Eres una buena persona, se que hay bondad en ti, por favor te lo pido, deja de hacerme esto—Su voz suplicante, como lágrimas empezaban a bajar de sus mejillas era una clara señal de que a mí querida Hinata le empezaba a gustar y ella no quería esto.

Le metí los dedos un poco más profundo y con ello ella lanzó un gran gemido para luego perder la fuerza en las piernas y caer al suelo.

Estaba en el suelo, desnuda, cubierta de sudor, respirando agitadamente y temblando. Yo provoque esto, le hice esto a una amable mujer que me brindo el cariño y amor que solo una madre puede dar, ella y su familia me han dado tanto, un hígado, un calor reconfortante y una vida tranquila, y yo se los e pagado desnudando y manoseando a una mujer inocente solo por una pasión sinsentido. Un leve sentimiento de culpa me invade y parece que Hinata lo percibió.

—¿Ves...D-donovan? E-esto está mal, tú e-eres un niño y yo soy una mujer adulta—Parecía estar recobrando la compostura-Se que algún día encontraras a una mujer especial y podrás ser feliz, así por el bien de ese futuro debes detenerte ahora. Podemos fingir que esto no pasó.

Esas últimas palabras me hicieron recordar mi pasado. Lo triste y horrible de mi infancia ¿Qué garantía habría que en el futuro las cosas mejorarían? Tengo una vida tranquila pero es temporal, en algún momento todo eso va a cambiar. Además, ya encontré al amor de mi vida, y no voy a permitir que me separen de ella.

Fijo su mirada en su magnífico trasero el cual temblaba moviendo sus jugosas nalgas. Mi sentimiento de culpa se desvaneció y una sonrisa lujuriosa se mostró en mi rostro. Quería que tener ese trasero en mis manos.

UN RELATO SOBRE LAS MILFS DE KONOHA. (Terminada)Where stories live. Discover now