Esa fue la pregunta que la llevó a conocer el hogar de Namjoon. Desde que entró, sintió mucha paz, todo transmitía tranquilidad y una belleza muy natural.
Le prometió que le daría todo un recorrido cuando regresara, mientras, él decidía que llevarse y que no, Fallon le recordó que era temporada de invierno en el extranjero, así que consideró adecuado llevar algunos abrigos.
—¿Irás así como estás ahora al aeropuerto?
—No, creo que tengo tiempo para darme una ducha rápida y cambiarme.
—¿Cuánto tiempo tienes?
—¿Una hora y diez minutos?— observó la hora en su teléfono— ocho minutos, en realidad.
Se veía apurado, suspiró.
—¿Esto es lo que vas a llevar?— asintió— Lo doblaré y acomodaré en la maleta, ve a ducharte.
—¿No es un abuso de confianza?
—No, estás corto de tiempo, corre, no es molestia.
—Ok— musitó, tomó la ropa que se pondría y trotó fuera del armario— ¡Gracias! ¡Yo empaco mi ropa interior!
Negó con la cabeza, sonriendo, la maleta estaba abierta en el suelo y si no estaba equivocada, era enorme, sabía lo tedioso que era y todo el tiempo que tomaba hacer la maleta, Namjoon no llevaba suficientes camisetas básicas, solo tres.
Tomó dos más, seguro su plan era comprar allí en caso de necesitar, pero no era necesario, había mucho espacio.
Fallon tenía un método de empaque impecable que le funcionaba increíblemente y por eso siempre tenía espacio para todo, zapatos incluídos. En su caso, cabían más de cinco pares perfectamente ubicados, él solo llevaría tres.
Su representante la llamaba, contestó y la escuchó comentarle de algunas entrevistas pendientes, la promoción se extendería unos días más, lo que estaba bien, su más reciente álbum era el mejor vendido en toda su carrera, nunca se sintió más orgullosa porque todo era suyo.
—¡Volví!— con el cabello mojado— Woah. Que ordenado.
—¿Verdad que sí? Empaca tu ropa interior en rollitos, aquí.— señaló el espacio designado para ello— Seca tu cabello, vas a enfermarte.
—Bien, bien.
—¿Tu pasaporte?
—En el bolso de mano... el negro.
—¿Comiste?
—Desayuné... a las ocho.
—Son las tres de la tarde, Nam.
—Comeré en el avión, lo juro.
—Espero ver una fotografía de ese suceso.
Resopló una risa.
—Está bien— cerró la maleta— estoy listo en tiempo récord, gracias a tí.
—Bueno, tengo algunos minutos para decirte adiós— puchereó.
—Lo siento por eso.
La tomó de la mano y ambos saliendo del armario, fueron hasta el sofá. Namjoon secaba su cabello mientras decía que lo cortaría pronto.
—¿Tu representante pasará por ti?
—Si, con Seokjin y Jungkook— eso le recordó— por cierto, espero que no te moleste si le digo a ellos sobre nuestra relación, me gustaría contarles, no tienen idea de nosotros dos saliendo y me sabe un poco mal ocultarlo mucho más tiempo.
—Por supuesto que no me molesta, son tu familia, puedes comentarlo con ellos— aunque no negaría que le causaba un poco de nervios— ¿Cómo crees que reaccionarán?
Se arrodilló en el mueble, con cuidado de no estropear nada, decidió secar el cabello de Namjoon por él, se lo permitió.
—No lo sé, tal vez se sorprendan al principio y luego no tanto. Sé que han intentado acercarse a tí y que también has tratado de abrirte un poco más a ellos, tienen buenas intenciones, te lo aseguro.
—Y no dudo eso, solo, soy muy mala haciendo amistades y como no hemos establecido ningún tipo de relación en todos estos años... pues eso lo hace más complicado.
Namjoon bostezó y bufó después.
—Entonces no tienes idea.
—¿Mm?
—Cuando debutaste, se nos prohibió hablarte. Tenías dos representantes, la mujer que está contigo actualmente y otro hombre que fue despedido después; él nos buscó personalmente y nos pidió mantenernos alejados porque tenías una carrera en la cuál concentrarte, todo el tiempo estaba encima de nosotros molestando con lo mismo— en efecto, no tenía idea— incluso con los menores, con los trainees, todo con la excusa de que tú eras la única artista femenina y que nuestra presencia solo podía arruinar la armonía.
—Eso explica muchas cosas, incluído su despido.
—Si, ahora que lo recuerdo, me causa gracia. Era como un niño gigante haciendo berrinche.
La imagen en su cabeza la hizo reír, terminó con su cabello y sonrió.
—Listo, puedes peinarlo si deseas.
—Usaré una gorra, no tengo ganas de esforzarme mucho.
Fallon asintió, se inclinó, besó su frente así sin más, no lo pensó, solo le nació hacerlo. Namjoon se avergonzó, fue inevitable, luego lo agradeció.
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