THE SOLOIST❝ knj

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Cuando Namjoon llegó a su estudio dispuesto a terminar aquello que había empezado, terminó dormido en su silla y despertando cuatro horas más tarde, cuando el reloj marcó las cinco y pocos minutos. Maldijo en voz alta, su cuello dolía y todavía no comía nada.

Al menos se sentía mejor, dormir cuatro horas era mejor que no dormir nada, se levantó, fue hasta el restaurante de la empresa, pidió el menú para cenar y pacientemente acabó todo aunque estaba tan acostumbrado a comer poco, que su estómago se cerraba.

Cuando terminó, se levantó decidido a ir en busca de su novia, la culpa se instaló en su pecho porque sabía que la había hecho sentir mal, ella es su pareja, es natural que se preocupe por su bienestar, que siempre quiera verlo bien.

Y ahora que había seguido sus sugerencias, realmente se sentía un poco mejor, porque durmió como ella le pidió, comió toda una cena y no estaba apurandose para todo, no recordaba cuando fue la última vez que caminó a un paso lento.

Pidió que lo llevaran hasta el edificio donde Fallon vivía, sin prisas, descansó esos minutos de camino con las manos en los bolsillos de la sudadera y apenas llegó, se preguntó si ella estaría enojada con él por ser tan terco, pero también, algo le decía que eso no era posible, llamó a su puerta, ella vio quien era gracias a la cámara y le abrió.

Le sonrió culpable.

—Lo siento.

—¿Por qué?

—Por todo, no quería sonar como lo hice— dejó salir todo el aire retenido—Pude dormir unas cuantas horas, ya cené algo más que café y me siento bien. Tenías razón, tendré más cuidado con mi salud.

La solista favorita de su corazón y de todo el país, volvió a sonreírle cálida, abriendo la puerta por completo e invitándole a pasar, Namjoon entró, aliviado y una vez puesto el seguro, Fallon tomó su mano.

—Ven a seguir durmiendo conmigo.

—Namu.

—¿Mm?— besó su ceño fruncido, despertándole— ¿Qué hora es?

—Las nueve, casi diez de la noche.

Comenzó a sentarse en la cama, todavía con los ojos cerrados, abriéndolos poco a poco, Fallon le extendía un vaso con jugo de naranja que aceptó, su boca estaba seca.

—Tengo que bañarme.

—Te conseguí una pijama— señala al baño en su habitación— espero que te quede.

—Mmm, los demás ya deben pensar que paso más tiempo contigo que con ellos— terminó el jugo, enderezó su cuerpo y su espalda dolió— mierda.

Fallon gateó en la cama hasta él, riéndose, acarició su espalda.

—Agrega una sesión de masajes a la lista de cosas que deberías considerar hacer.

—Lo haré, ven aquí.

Le sentó en su regazo, ella no se hizo de rogar, hablando en voz baja, en susurros, entre besos pequeños, hoyuelos permanentes gracias a muchas sonrisas provocadas que luego se perdieron por la nueva intensidad, dónde Namjoon apretaba con moderada fuerza las piernas de Fallon mientras se perdían en el sabor de los besos del otro.

Se detuvieron para respirar.

—¿Y si te preparo la bañera, mejor? Usaré todas las burbujas de relajación que encuentre.

Aceptó, riendo.

—Suena agradable, lo agradezco— se levantó, cargándola todavía— vamos y le hablas a los demás de mi parte diciéndoles que no iré con ellos porque me estás apartando para tí sola.

—¿Tenían planes?

—Solo reunirnos.

—Perfecto, a darle la culpa a tu novia.

De igual manera ya estaba demasiado tarde, tenía algunos mensajes de los miembros preguntando por su paradero y dio las explicaciones necesarias para no preocuparlos, por supuesto que ellos entendieron y Namjoon disfrutó del resto de su velada en paz.