30: El Plan

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Sintiendome culpable por no haber publicado esto en el 1 de septiembre :(

Mientras Bill y Fleur se iban al trabajo en el banco, Ron y yo hacíamos los quehaceres de la casa, cuidábamos el jardín, de todas formas ya estábamos acostumbrados a estar encerrados

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Mientras Bill y Fleur se iban al trabajo en el banco, Ron y yo hacíamos los quehaceres de la casa, cuidábamos el jardín, de todas formas ya estábamos acostumbrados a estar encerrados.

Presidente Besos eran sin duda una bocanada de aire fresco después de semanas de estar sola con mis amigos. Además el gato se había vuelto el consentido de Fleur, quién encontraba al gato adorable y él obviamente se dejaba querer, solos ería tiempo para que Bill tuviera que venir con otro gato en sus brazos a casa. Noviembre paso volando, y nos habiamos metidos en una especie de rutina, y la verdad me sentía una inútil, sin saber si Harry y Hermione estaban heridos o si quiera vivos, tal vez habían encontrado mas horrocruxes, tal vez pudieron destruir el guardapelo.

Ahora estaba en mi habitación, preparándome para dormirme, Presidente Besos al lado en la otra almohada, mientras yo jugaba irresponsablemente con mi varita y con la otra mano sostenía el libro de hechizos de Morgana.

 — ¿Puedes dejar eso?— mi gato se quejó—. No quiero que por error me dejes sin pelo o me conviertas en un perro. ¿Por que no mejor sigues tejiendo mi atuendo para navidad?

Mi mirada se desvió hacia el borde de la cama donde estaban las agujas para tejer y allí la mitad de un gorrito de navidad rojo con la bola blanca de lana con la que de seguro el gato iba a jugar e iba a destrozar su gorro.

— No quiero estar tejiendo mientras Harry y Hermione están allí afuera jugándose el pellejo.

Mi gato hizo un sonido de burla y se estiro con pereza.

— ¿Y que? De todas formas no estarías haciendo nada por lo que me dijiste, antes solo se la pasaban viviendo y nada mas— él opinó—. Ahora haces algo útil, como hacerme ropa. ¡Ah, igual que cuando mis esclavos vivían para servirme!

— ¿Cuando te volviste tan superficial?— alze una ceja—. Ah, espera siempre lo has sido.

— Mira quien habla— él ronroneó, su voz se volvió con un poco de pesadumbre—. Un día conquistas Macedonia y tienes el miedo de tus enemigos y en la siguiente vida lo único que te hace sentir vivo es el olor al atún. 

— ¿Quien eres?— fruncí el ceño, cerrando el libro de Morgana haciendo que una foto se deslizará de esta, la tomé en mis manos. Era del año pasado, Theo, Blaise, Draco y yo en la sala común de Slytherin, parecía una más a su lado, solo resaltaba por la corbata amarilla y roja de Gryffindor, Blaise obviamente tenía una sonrisa en su rostro, tan fotogénico como siempre, Theo tenía una leve sonrisa en su rostro pero no perdía la compostura y Draco se veía tan pálido y mal como la última vez que lo vi. Tuve escalofríos al recordar esa noche. Presidente Besos se puso encima mio y vio la foto;

— Extraño Hogwarts— él maulló—. Extraño la comida y las orgías.

— Yo también. La comida. No las orgías que por cierto no habían— corregí.

Laila Scamander Y Las Reliquias De La MuerteWhere stories live. Discover now