#7
«A matar a Voldemort»
Las cacerías han comenzado en el mundo mágico. Laila Scamander junto con sus amigos tienen que abandonar sus hogares para comenzar la casi imposible misión de encontrar y destruir los restantes Horrocruxes; el secreto del po...
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— ¡Vamos! —Greyback dijo a sus hombres, que traspusieron la verja y nos empujaron por el camino, flanqueado por altos setos , trate de pensar en algún plan para escapar pero no se me venia nada a la mente y es que también el dolor en mi cabeza apenas me dejaba pensar con claridad.
Laila... escuche la voz de Morgana Laila, tienes que mantenerte despierta, si te distraes mueres.
Al parecer me habían echado al hombro de Ron y habían obligado a mi amigo Pelirrojo a cargarme. Pero Greyback al notar que ya había abierto los ojos me agarró el brazo haciéndome caer al suelo con pesadez y agarrándome por la base del pelo para levantarme. Inmediatamente busque a Harry con la mirada, al menos seguía igual de feo, aunque poco a poco iba a desaparecer. Si en esa casa nos esperaban Voldemort y Lefay... Trate de hablarle en su mente pero fue inútil, no sólo porque al parecer estaba tanteando esa conexión con Voldemort si no porque yo misma estaba luchando para mantenerme consciente mientras los Carroñeros nos empujaban por el camino de grava.
De pronto una luz nos iluminó a todos que me dejó casi ciega.
—¿Qué quieren? —preguntó una inexpresiva voz de mujer, la reconocí; era Narcissa Malfoy.
— ¡Hemos venido a ver a El-que-no-debe-ser-nombrado! —anunció Greyback.
— ¿Quién eres tú?
— ¡Usted ya me conoce! —Había resentimiento en la voz del hombre lobo, no importa cuanto hicieran jamás serían mortifagos si no solo hombres lobos para gente como los Malfoy—. ¡Soy Fenrir Greyback, y hemos capturado a Harry Potter y Laila Scamander!
Agarró a Harry y le dio la vuelta para que la cara le quedara iluminada, obligando a nosotros los otros prisioneros a volverse también.
—¡Ya sé que está hinchado, señora, pero es él! —intervino Scabior—. Si se fija bien, le verá la cicatriz. Y esta chica es sin duda Scamander, usando sus poderes de metamorfomaga, le vimos el cabello rubio. ¡No hay duda de que son ellos, y también tenemos sus varitas! ¡Mire, señora!
Harry soportó que Narcisa Malfoy le escudriñara el rostro mientras Scabior le entregaba la varita de endrino; la bruja arqueó las cejas. Luego su analitica mirada paso hacia mi, me agarro de la barbilla con demasiada fuerza que me hizo hacer una mueca y le entregaron mi varita de pluma de thestral. Para mi mala suerte pudo reconocer la singularidad de mi varita además de que se notaba que era mucho más antigua que la de cualquiera ya que una vez la ocupo Morgana hace mas de 500 años.
— Llévenlos adentro —ordenó.
A fuerza de empujones y patadas, nos obligaron a subir los anchos escalones de la entrada, que daban acceso a un vestíbulo guarnecido de retratos en las paredes. Trate de ver a mi alrededor, no era buena formulando planes eso se lo dejaba a Hermione yo era mas bien la caballeria, pero ahora con el terrible dolor de mi cabeza y la voz de Morgana algo nublada no podía pensar en nada excepto en pánico.
