Wei Ying "ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ"|| Wangxian

Capítulo 19

Mientras tanto en el Salón del Trono algunos amigos, guardias y aliados de Wen Ruohan caían desmayados, pues estos también habían bebido el vino, servido momentos atrás, los líderes de secta pertenecientes a la alianza, se levantaron rápidamente, en aquel momento ingresó un grupo de discípulos y guardias Wen, cuando fueron advertidos de que algo andaba mal con los ancianos y aliados de Wen Ruohan, corrieron al lugar, después de todo, quienes estaban dentro eran enemigos de su líder y estos pudieron haber sido los responsables de lo que estaba ocurriendo.

Al ver a las guardias Wen en posición de ataque, lo líderes de las distintas sectas, se pusieron en alerta, un hombre encapuchado ingresó al salón y se acercó al que parecía ser el jefe de aquellos guardias Wen, le dijo algo al oído y en menos de un minuto, este ordenó a sus guardias que ataquen a los líderes de secta, sin esperar más estos se lanzaron hacia los líderes buscando acabar con ellos, por supuesto aquellos simples guardias no eran nada para los líderes de las cuatro grandes sectas.

Estos se defendieron sin problemas, pero cada que iban acabando con los guardias ingresaban más y más, Wen Qing y Wen Ning ingresaron al Salón ante tanto alboroto y al ver lo que sucedía, decidieron unirse y ayudar a los líderes de secta, Wen Qing usaba agujas y polvos para desmayar a los guardias, mientras que, Wen Ning peleaba usando la espada.

— ¡¡Ustedes!! — gritó el encapuchado — ¡¡Traidores, no merecen llevar el apellido Wen en sus nombres!! — el hombre llamó a más guardias y ordenó que asesinaran a ambos hermanos Wen.

— Es verdad ¡¡Traicionaron a su excelencia!! ¡¡Merecen morir!! — gritó otro.

Algunos líderes, como el líder Jin, el líder Yao y el líder de la secta Mao, estaban reacios a pelear junto a los hermanos Wen, en contra de otros Wen, Jiang Cheng se enojó y gritó que ambos hermanos los estaban ayudando y por ende deberían protegerlos, la mayoría de los líderes aceptaron sin rechistar, dejando de lado a Jin Guangshan y a los otros líderes.

En un descuido uno de los guardias Wen, sujetó a Nie Huaisang, tomándolo como rehén, esto alerta a los demás cultivadores, Nie Mingjue enfureció al ver a su hermano ser apresado por esos asquerosos guardias Wen.

Wen Ning se puso nervioso y preocupado al ver al doncel en aquella situación, Nie Mingjue intentó recuperar a su hermano, pero fue inútil, en lugar de ello, solo provocó que aquel guardia Wen hiciera un leve corte en el cuello del doncel, esto impactó a la alianza, nadie movió ni un solo músculo, nadie quería que el joven maestro Nie, sea lastimado.

La mayoría de las personas en el mundo del cultivo, por no decir todas, creían fervientemente en los rumores que circulaban, rumores quizá muy exagerados, que poseían casi o nada de verdad, pero de todas formas estos eran acerca del segundo joven maestro Nie, afectando su imagen ante su pueblo, aquellos maliciosos rumores decían que el joven doncel no tenía la fuerza suficiente, ni siquiera para sostener siquiera su propio sable, que este era pésimo en el cultivo y que por así decirlo era alguien débil ¿Pero en verdad, eso era cierto?

— Liu Rongyi, deja al joven maestro Nie, o lo lamentarás — Wen Ning había dicho eso con furia en sus palabras y sin tartamudear, era la primera vez que los discípulos Wen e incluso la propia Wen Qing, escuchaban al joven Wen hablar tan claramente, que quedaron pasmados debido a la impresión causada.

Incluso Nie Huaisang estaba sorprendido por la reacción del hermano menor de Wen Qing, pues este era adorable, tímido y lindo, el Nie menor agradecía ver que su hermano e incluso  Wen Ning intentaban alejarlo de las sucias manos que lo estaban sosteniendo en ese momento.

Nie Mingjue estaba furioso, tanto que infundía miedo a quien estaba cerca o intentaba mirarlo, parecía que el líder Nie tendría una desviación de Qi en ese momento, la impotencia y temor de ver a su hermano menor, una persona muy importante  y significativa en su vida, siendo amenazado y en peligro, lo estaba asfixiando por dentro, atormentándolo y provocando que sus pensamientos estén revueltos y confusos.