Wei Ying "ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ"|| Wangxian

Capítulo 24

A pesar de sus esfuerzos y la dedicación de Lan Wangji y sus discípulos para explorar, la búsqueda de una entrada viable a los túmulos funerarios resultó infructuosa. La niebla espesa que envolvía el área no solo dificultaba la visibilidad, sino que también impedía cualquier intento de ingreso a ese lugar tan peligroso. Las rocas empinadas y la ausencia de un punto de acceso evidente complicaban aún más la tarea.

Los discípulos, compartiendo la preocupación de su joven maestro, exploraron cada rincón en busca de algún indicio de una entrada secreta o algún cambio en la densa neblina. Sin embargo, la naturaleza misteriosa de los túmulos funerarios se mantenía impenetrable, resistiéndose a revelar sus secretos.

La espera se volvía angustiante, cada minuto que pasaba aumentaba la ansiedad de Lan Wangji. Mientras tanto, las noticias falsas y los rumores seguían propagándose, alimentando la incertidumbre en el mundo de la cultivación. El tiempo parecía un enemigo implacable que, sin piedad, les arrebataba la oportunidad de encontrar respuestas.

En medio de la frustración y la oscuridad que rodeaba su búsqueda, Lan Wangji se aferraba a la esperanza de descubrir algún indicio que los guiara hacia Wei Wuxian y aclarara el misterio que envolvía a esos malditos túmulos funerarios.

Los días pasaron, y Lan Wangji y sus discípulos continuaron su esfuerzo incesante por encontrar una entrada a los túmulos funerarios. La neblina densa persistía, como un velo impenetrable que protegía los secretos ocultos de aquel lugar. A pesar de la tenacidad y la habilidad de los cultivadores, la búsqueda se volvía cada vez más desesperada.

El jade, en su anhelo de reunirse con Wei Wuxian, consideró diversas estrategias para superar la barrera de la niebla. Sin embargo, cualquier intento de forzar el acceso se encontraba con una resistencia sobrenatural. La energía resentida que emanaba de los túmulos rechazaba cualquier intento intruso.

Las noticias contradictorias y los rumores sin fundamento alimentaban la incertidumbre. A pesar de la devoción y el amor que sentía Lan Wangji por su doncel, la realidad parecía burlarse de sus esfuerzos.

En su afán por descubrir la verdad, Lan Wangji se enfrentaba a un dilema: arriesgarse a entrar a pesar de las advertencias invisibles que la neblina resentida les imponía o mantener la paciencia y esperar un indicio más claro. La decisión pendía en el aire, mientras el jade se sumía en una lucha interna entre la desesperación y la determinación por encontrar a su ser amado.

Mientras exploraban, uno de los discípulos de Lan señaló una formación rocosa particular, una grieta apenas visible en la pared de la montaña. Aunque sutil, la apertura parecía ofrecer una posibilidad de entrada. Lan Wangji, con la esperanza renovada, se acercó para examinarla detenidamente.

La neblina, sin embargo, continuaba siendo un obstáculo. Lan Wangji concentró su energía espiritual para intentar disiparla, pero la resistencia de la niebla parecía crecer en respuesta. La tensión en el aire se volvía palpable, y el jade sabía que cada decisión podría sellar el destino de su búsqueda.

En un gesto decidido, Lan Wangji se adelantó, dispuesto a atravesar aquella grieta rocosa.

A medida que Lan Wangji y sus discípulos avanzaban hacia la entrada revelada, una fuerza invisible y opresiva se cernió sobre ellos.La neblina que formaba la energía resentida se intensificó, como si el mismo aire estuviera impidiéndoles el paso. Lan Wangji, decidido pero consciente de los riesgos, instruyó a sus discípulos que esperaran fuera de los túmulos funerarios.

— No deben seguir, protegerán el exterior, si no regreso en un día deben volver a Yunmeng y ayudar en la guerra — Las palabras del segundo jade resonaron con firmeza mientras señalaba la entrada oscura y enigmática.