Capítulo 7.

2.6K 300 37
                                    

JENNIE KIM.

Irá a mi Bar.

Sin duda era eso. No se estaría preparando tanto si no fuese así.

No. Me. Interesa.

Fueron sus palabras exactas. Pero a veces su actitud me daba señales distintas. Como si le interesada pero a algo le tuviera miedo, y sabía perfectamente a qué o más bien, a quién. Temía de que su familia se enterara de lo que sea que fuera hacer.

Porque así era Lisa, vivía de los prejuicios, de lo que dijera la gente. Lo acepté.

Al final del día; si era lo que quería, eso obtendría.

Al momento de que Lisa salió de su casa, yo decidí quedarme a cenar y compartir un poco con los padres de Lisa y Nayeon. Después de todo, ninguna de las dos estaban presentes, enterándome así un poco de la vida de los Manobal. Cosas que no sabía que me podían interesar tanto. Después de todo, Lisa era una de las más mencionadas.

—Lisa sabe tocar varios intrumentos, y en total sabe cuatro idiomas. Se desempeña muy bien —dijo Zara con honradez. Le gustaba hablar de los triunfos de sus hijas.

—¿Y están de acuerdo a que estudié en esa universidad? —inquiero.

—Nuestro plan no es tenerla siempre con nosotros; le dimos la oportunidad para que fuera lo que quisiera, y ella lo decidió así. Pero a Lisa se le da muy bien dibujar. Le gusta lo que hace, el arte, y todo ese tipo de cosas —ese fue Buck, el padre de Lisa—. Estamos orgullosos tanto de Lisa, como de Nayeon.

—Lisa es una chica hermosa —confesé.

—Sí, lo es —dijo Zara—. Pero más que una belleza física, contiene una belleza interna. Lisa cuando la conoces te enamora, su esencia. Lo mismo pasa con Nayeon, son niñas muy lindas, y no es porque sean mis hijas; pero tienen mucha inteligencia.

Hablar con los Manobal siempre sería una buena distracción, aunque por el momento no es lo que quiero. Miré hacia afuera por el ventanal del comedor y la noche había llegado; avisándome que era hora de marcharme.

—Les agradezco por la cena —me incorporé—. Pero lamentablemente, me tengo que retirar.

—Es una lastima —comentó Buck—. Pero gracias por quedarte.

—Gracias a ustedes por la cena.

Salí de aquella casa y me subí a mi coche, no pasé por ningún otro lugar, pero antes de salir de mi coche para entrar por la parte trasera y no ser vista. Mi celular sonó, miré la pantalla y aquel número que había estado esquivando desde que llegué a Seattle apareció ahí.

Me dejé caer hacia atrás en el asiento del coche y seguí observando el número. Preguntándome si era correcto o no tomar esa llamada.

Era una de las pocas veces que me cuestionaba las cosas, pero esta noche no tenía tiempo ni para él, ni para nadie. Quería olvidarme de todo, así sea teniendo que observar a Lisa desde la cámara, y sentada en mi oficina, esperando que haga algún movimiento. Lancé el celular a los adentros de mi cartera.

Bajé del coche y me dirgí a la parte trasera, siendo recibida por las chicas. Las cuales no dudaron en saludarme.

—Hasta que por fin se dignó a aparecer, Señora Kim —saltó Irene—.  ¿Cuando será que te empezarás a hacer cargo de este lugar?

—Lo hago, ¿o no les pago? —les pregunté a todas.

—Sabes que Irene no se refiere a eso, Ruby —esa fue Mina—. Dices que te encargas, pero ni a los ensayos llegas.

Viajando Entre Mentiras. (Jenlisa)Where stories live. Discover now