Capítulo 28.

2.1K 227 22
                                    

JENNIE KIM.

Reaccioné tarde pero lo hice, tomé el celular con rapidez y colgué la llamada. Con las manos temblorosas.

—¿Jennie? ¿pasa algo? ¿quién es Kai? —su ceño se frunció tanto que sus cejas podían unirse—. ¿Y por qué te pones tan nerviosa?

Tantas preguntas me estaban abrumando. Por momento me olvidaba que el miserable de Kai existía y que no descansaría hasta encontrarme, cuando más tranquila quería estar, más hundida me sentía. Por mi cabeza pasaron muchos flashes de lo que ocurrió con el primer hombre que se fijó sinceramente en mí.

Y ese odio a Kai regresó, porque si se atrevía a hacer algo a Lisa, no sé que sería de mí. Y en parte esa era la razón por la que no podía estar cien por ciento comprometida con ella; porque tenía miedo, no por mí, al final del día, no le temía a Kai. Sino por ella.

Porque Kai era un hombre peligroso. Un hombre que buscaba venganza a como de lugar.

—¿Jennie que ocurre? ¿te está molestando ese tal Kai? dímelo y yo...

—¡No! —me apresuré. Sé que en mi rostro solo se reflejaba el pánico, y es así como una buena mañana se arruinaba por completo—. No es eso.

Se colocó de pie, —Sí es eso, te pusiste pálida —expresó con impaciencia.

—Pero... pero no fue por eso. Creo que es hora de irnos —cuando estaba lista para dirigirme a la puerta, Lisa me tomó del brazo—. Lisa te dije...

—Me importa una mierda lo que me hayas dicho —dijo con fastidio—. Tu rostro dice otra cosa, ¿te está asustando ese tipo? Jennie... —ahí inclinó la cabeza hacia un lado—. ¿Es él?

—No... te dije que no sé nada de aquel hombre... ya no existe en mi vida...

—Mírame a los ojos —no pude. No podía hacerlo. Pero Lisa seguía insistiendo así que me tomó de la barbilla y me hizo mirarla—. Dime la verdad, sabes que nada malo va a pasar.

—Lisa, no insistas.

—Me preocupo por ti.

—¡Pues no te preocupes por mí, sé cuidarme sola!

—¡Deja de ser tan terca, mujer. Quiero lo mejor para esto!

—¡¿Esto?! no sé que quieres decir con "esto"—cerró entre comillas.

—Lo que tenemos, ¿o qué? ¿me vas a venir con la mierda pós-sexo? te follo, te como bien y ya luego todo que se joda, ¡y una mierda Jennie! —tiró los brazos al aire, enojada—. Iré bajando.

Me quedé con la mano en la cabeza mientras pensaba en la mejor excusa para brindarle a Lisa, y ahí estaba el problema. Yo no daba explicaciones a nadie pero con Lisa me salía darlas. Y odiaba como un carajo aquello. Tomé mi celular de vuelta, Kai estaba llamando desesperadamente y esta vez sí tome la llamada cuando no había rastro de Lisa en el lugar.

—¡¿Qué carajos quieres, Kim Jong-in?!

—¿Así le hablas a tu esposo, querida? —tenía ese puto tono burlesco.

—Vete a la mierda, no sé cuando será el día que me dejes en paz —grité en un susurró.

—Cuando aceptes a donde perteneces, que es aquí, conmigo.

Su tono de voz me repugnada. Sentía a mi estómago revolverse.

—Escúchame bien, Kai. No me interesas, lo nuestro se terminó, acéptalo.

—No acepto nada, tenemos un hijo en común. Damián se muere por verte.

—No lo quiero, no quiero a ese niño, Kai. Lo odio con todas las fuerzas de mi alma —escupí.

Viajando Entre Mentiras. (Jenlisa)Where stories live. Discover now