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Jimin no sabia como sentirse, si huir y dejar todo a la mierda matando a todos y llevarse a Jungkook con él así sea a la fuerza o intentar comportarse como un jodido perro doméstico por el tiempo que estaban en ese lugar que no le daba buena espina para nada desde que puso una pata dentro.

Algo estaba pasando.

Simplemente no podía dejar de dar vueltas entre el patio tracero, le era imposible ignorar las emociones deprimidas de jungkook y aunque intentará enviarle sensaciones de calma no lo lograba, pero no solo eso, algo estaban ocultando en esa casa, y no estaba dispuesto en dejar a su conejo solo aunque estuviera molesto.

Con el crujir de sus huesos un hermoso hombre de cabellos castaños con reflejos naranjas apareció, con su cuerpo marcado de rayas naranjas por varias partes regadas por su enojo, acercando se con sutileza por el lugar encontrando ropa tendida de la familia, tomando un pantalón para vestirse y escabullir se entre las sombras de la casa, siguiendo el aroma de durazno con crema de su conejo.
El lugar estaba en completo silencio, desorientado lo, y más por un aroma que lo hizo ir hasta la última puerta del pasillo confundido y agudizar su oído pegado a la madera.

— Es mi bebé, Jeuban, no quiero que le pase nada — escuchaba sollozos de los que pudo identificar como la madre jungkook.

— Todo estará bien— consolaba el hombre.

Jimin fruncio el seño con mala espina de esa charla de lágrimas por parte de la mujer, pero aún más por el aroma, era como si de ese cuarto expulsará un olor a crema, como en otra puerta pero de color lila, este era mucho más sutil pero notable. Un enredo en su cabeza se hizo presente pero principalmente tenía que encontrar a jungkook con ansiedad, acercando se a la primera puerta, escuchando al lado de está los ronquidos de los dos "amigos" de Jungkook profundamente dormidos.

Bufando abre la puerta, pero esta no sede, teniendo seguro lo que lo hace gruñir. Sus uñas crecen e introduce una en la cerradura basta romperla por dentro.

El sonido del seguro quitarse de la puerta hizo despertar a Jungkook de su sueño liviano y que le había costado conseguir, parpadeando repetidas veces para espantar el cansancio y enfocar su vista entre la oscuridad y la luz de la luna la figura en la habitación.

—¿ Hoseok ? ¿ Eres tu ?— bostezo — Hobi, si sigues teniendo miedo en dormir en casas ajenas duerme con Chan.

Se volvió a girar dándole la espalda a la figura e intentar lograr recuperar el sueño.

Jimin respirando ondo y de no hacer un escándalo de las Miles de imágenes que se le vienen a la mente con la idea de que ese tal Hoseok entrará al cuarto de Jungkook para dormir con él y Jimin lo terminará matando más que las ganas que lo atan se acercó a la cama cerrando la puerta con el brillar de las franjas iluminando con rabia.

Toma las sábanas entre sus manos tirando de ellas ganado que Jungkook se diera la vuelta molesto por la brusquedad.

—¡ Pero que mier-

La mano de Jimin lo callo mirando lo fijamente, transmitiendo le frialdad tras esos ojos bañados en oro puro que le dió a entender que para nada era Hoseok, y se maldijo al mencionar ese nombre sabiendo lo posesivo que era el Alfa.

— Jimin...— Susurro con su corazón calentando se, sin poder evitar sonreír mostrando sus dientes de conejo y sus ojos brillar con intensidad.

Jimin si vino. Pensó llenando ese vacío que poseia.

Este no dijo nada, solo rodó a Jungkook con algo de rudeza para que le hiciera espacio y se metiera entre las sábanas, rodeando la cintura de Jeon para atraerlo a su pecho y ambos entrarán en la pequeña cama estando de lado, escondiendo su rostro en el cuello de Jungkook y relajarse con su aroma, tenía que tranquilizar a su lobo como de lugar antes de cometer una locura.

GUARDIAN [ Jikook ]Where stories live. Discover now