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Maratón
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Jimin miraba el pequeño pozo frente de el moviendo la cola, muy concentrado a cualquier cosa que pasara, sintiendo una ansiedad palpitante que no le dejaba hacer nada más que esperar siendo "custodiado" por los soldados de agua que estaban firmes a su alrededor. Fácilmente hubiera huido de ellos así tenga una pata lastimada o está débil, pero ese jodido sirenito tenía algo que le pertenece y no se iba a mover hasta que volvieran.

Del agua emergió un cuerpo con elegancia y delicadeza con su típico traje blanco arreglando su cabello azul sin una gota de agua.

Mientras que Jungkook salía arrastrando se a la orilla tosiendo como loco, con la ropa mojada y el cabello igual.

Jimin se acercó con rapidez tirando con fuerza de las cadenas que lo aprisionan, pero el cuerpo de Taehyung se posa frente de él evitando su paso, ganando un gruñido del lobo.

— Necesita mantener su cuerpo frío, no te acerques— regaña.

¡ Se está ahogando ! Quiso atarlo pero las cadenas se lo impidieron, mostrando sus colmillos punzantes.

Chasquea los dedos y uno de los hombres se acerca a Jungkook dándole palmadas en la espalda y ayudarlo a levantar, baja la amenazante mirada de jimin.

— Ya no lo está— le sonríe de boca cerrada.

Te voy a partir la jodida boca Kim. Gruño cabreado.

— Yo también te amo Jimin, pero tenemos que seguir— le guiño con burla empezando a caminar.

Siendo obligado a tirones para que lo siguiera, poniendo todo su fuerza para soportar y esperar a Jungkook , quien apenas pudo recobrar su cordura lo vio, aquel hermoso lobo color naranja que gruñía con intensidad para detenerse, cruzando miradas con esa dorada que gritaba a que se acercara y mantenerlo a su lado.

Pero no lo hizo.

Se quedó apoyado con el cuerpo del guardia rodeando su cintura, caminando con lentitud, regulando su respiración, con la mirada clavada al frente del largo camino del bosque donde apareció, con sus sentimientos a punta de flor.

Jimin estaba esposado por sus cuatro patas, además de un collar de metal que lo iba sujetado por varios hombres detrás de él. Era como ver un perro amarrado.

Su corazón se arrugó como las arrugas de una vieja ancianita noventona.

Lo habían capturado.

No podía evitar sentir un poco de culpa de que jimin pareciera un peligro mortal— que no era de todo mentira— en las condiciones en la que lo tienen, pero entonces recordaba que todo había sido planeado para atraparlo en su casa, y que él le hecho la culpa de todo, y ese remordimiento se disminuye, aunque las ganas estaban presentes de salir corriendo a donde estaba.

Quería hablar le, tenerle cerca, pero tenía orgullo... Y dignidad.

Él no había hecho nada malo, ese jodido cascarrabias acelerado que no piensa antes de hablar tenía que buscarlo a él.

Jungkook se sentía raro, quería llorar, gritar, reír, volver a llorar hasta que pueda poner todo un surtido de agua.

Las palabras de su padre venían y aunque suene muy desconsiderado no le dolió su muerte, si sentía un mal sabor de boca de solo recordar el sonido de sus huesos romperse al impactar contra la pared, como también la última mirada que le había dado su madre cuando sacó a jimin al patio.

¿ Que calma se supone que estoy pagando?

—¿ Te sientes mejor ?— otra voz a su lado apareció junto a una melena brillante en azul.

GUARDIAN [ Jikook ]Where stories live. Discover now