𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎

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"Prefiero la libertad con peligro, que la paz con esclavitud"

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1980

Los Rousseau eran una de las primeras familias mágicas que llegaron a Inglaterra, pero incluso antes, habían vivido en otros países, por lo que la hacían una de las familias mas antiguas, poderosas y adineradas que muchas otras, incluso mas que los Black o Malfoy.

Siempre fueron amantes a la magia oscura y adictos a la pureza de la sangre, por lo que eran los más allegados a ser considerados importantes en las filas de Voldemort. Asi que por honor y darle orgullo a su familia, es palabras de sus padres, se esperaba que se uniera a sus filas.

Su madre, Suzett Rousseau, era una persona frívola y sin escrúpulos, no tenía piedad con nadie, ni siquiera con un pequeño animal. Su madre no era una persona que demostrará sus emociones a la ligera. Era mujer que no temia mostrar lo que tenía dentro, al igual que gozaba de la atención que recibía de los hombres. Si bien, su madre siempre la había hecho vestir ropa de acuerdo a su edad, en pocas palabras, pero había veces la obligaba a vestir ropa demasiado provocativa para que ella puediera conseguir lo que quisiera.

Su padre, Albert Rousseau, también gozaba de la atención que recibía de las mujeres, no importaban si se encontraban casadas, solteras, divorciadas o incluso madres solteras. El simplemente gozaba de la atención femenina, no había nada más bueno y "prestigioso" que recibir la atención de mujeres adineradas, dispuestas a todo, aunque no todo siempre fue así, hubo un punto en el que tuvo que parar cuando su esposa lo supo, y al querer arruinar su imagen se vio obligado a seguir con su esposa.

Y por último, pero no menos importante, estaba, Eva Rousseau, quien se podría decir tenía la belleza de su madre y la inteligencia de su padre, poseía el cabello castaño y los ojos oscuros de su madre, al igual que su madre, podría haber tenido a cualquier hombre del mundo, sin embargo eso no llamaba su atención.

La pequeña Eva, era una clara diferencia de lo que era ser "la oveja negra". Amaba pintar, tocar el piano, leer cada libro que a su vez y gusto le pareciera interesante y coser, eso era lo único que la distraía de encontrarse en esa cosa rodeada de gente que la juzgaba con solo respirar. Sin embargo nadie podía contradecir a sus padres, ni siquiera ella.

Si bien, a su padre podría no molestarle que tocará el piano, por lo que optaba usarlo cada que su madre salía de casa, pero había algo que Albert no soportaba, la pintura en cuadros, lienzos, no importaba, decía que eso no debía hacerlo una señorita que pronto se convertirá en esposa de alguien y sería: Eva de...

No importaba que tan buena fuera haciendo lo que le fascinará, siempre sería la desepcion de sus padres en carne y hueso.

Eva como cada día, se encontraba en el jardín, la noticia que había visto esa mañana en el profeta la había dejado pasmada, su madre anteriormente había estado ofreciendo su mano como si fuera un trozo de carne, pero al parecer eso ya no era necesario, puesto que alguien había pedido ya su mano con anterioridad, y eso era algo que despreciaba con todo su ser.

No queria estar atada a un hombre, quería ser libre y feliz como siempre lo deseo, pero al parecer, ella era una exclava más del destino.

A sus escasos y 14 años de edad, había descubierto que ninguna mujer se libraba de estar comprometida con algún hombre, ya fuera para beneficio de sus familias o uno propio.

Las pinceladas que daba sobre el lienzo eran delicadas y suaves, algo que a Eva le agradaba era que tenia un buen pulso, algo que traía facilidad a la hora de pintar.

—Blu, ¿Podrías inclinarte un poco hacía la izquierda?—la elfina asintio, mientras se inclinaba y Eva cerraba un ojo moviendo el pincel justo a la medida que la elfina avanzaba—¡Perfecto!—Blu se quedó quieta, justo en el momento en que la castaña se lo pidió—Muy bien, no te muevas y quédate quieta por favor.

La elfina, se podría decir que posaba para Eva, con una prenda blanca y una pequeña corona de flores ( rosas y blancas ) parada sobre la fuente, la cual en ese momento se encontraba apagada.

—Jamas creí ver a Blu posando para uno de tus cuadros. —dijo una detrás de ella. Por el rabillo del ojo, Eva pudo observar una cabellera rubia acercandose a ella.

—Yo tampoco Pandora, pero cuando uno tiene imaginación debe plasmarla en el momento. —Eva miró a la rubia, quien se encontraba admirando su lienzo—Es así como surge al natural. Por cierto, tu vestido de novia estará listo para esta tarde. —dijo mientras volvía las pinceladas al lienzo.

—No tenías porque hacerlo. —Pandora beso la mejilla de la menor, para respectivamente sentarse en una de las mesas que se encontraban allí.

Cuando Eva nació, Pandora ya se encontraba con sus cuatro años recién cumplidos, y al ser los Rousseau muy unidos a los Malfoy, no les fue muy difícil entablar una amistad, que con el tiempo se fortaleció, aunque aveces Eva llegaba a ser muy brusca y fría, Pandora sabía que muy en el fondo de su corazón ella la amaba como una hermana.

—Sabes que amo coser, y aún más si se trata de una fecha especial para tí.

—Y yo amo ser tu clienta especial.

Eva la miro por un breve momento y sonrió, para regresar su vista a su elfina: —Ya listo Blue, puedes bajar y muchas gracias.

—Blue se siente feliz de complacer y ver feliz a su amita. —Blue apareció frente a Eva, poniendo la corona de flores en su cabeza, para después hacer una reverencia y desaparecer.

—No es que me moleste que estés aquí Pandora, pero...¿En qué te puedo ayudar?—pregunto Eva caminando hacia la rubia y poniendo la corona de flores en su cabeza.

—Supe que tú madre te comprometió con alguien. —Pandora tomo su mano por encima de la mesa—Y quería saber cómo te sientes. Se que siempre has querido ser libre y no estar atada aún hombre, y mucho menos si sabes que no te hará feliz.

Eva suspiro: —Estoy en lo que cabe bien, sabes que casarme con alguien que ni siquiera conozco implica mi ausencia de impedimentos o restricciones para algo que amo y que quizá mi esposo odie y...yo no estoy dispuesta a complacer eso. Yo quiero ser libre, vivir mi vida como siempre desee sin la interferencia de mis padres y...ahora mi prometido.

Un "crack" frente a ellas las sobresaltó. Blue hizo una reverencia cuando apareció frente a ambas chicas.

—Amita, los Black se encuentran aquí.

𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄; Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora