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“Toda tu vida, otras personas intentarán quitarte tus logros. No lo permitas”

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1980

Regulus Black, siempre tuvo todo lo que deseo a lo largo de su vida, sin embargo pareció que nunca pudo hacer sentir a sus padres orgullosos, cómo Sirius alguna vez lo hizo. Sabía que a pesar de que Sirius había escapado de casa con solo dieciséis años, su madre siempre había sentido algún tipo de cariño hacia el, el tipo de amor de madre e hijo, algo el siempre deseo, pero nunca obtuvo. Y eso hacía que su odio hacía el incrementará.

Sirius, siempre se había quedado con las chicas que alguna vez Regulus gusto, con el tiempo se dió cuenta de que las chicas simplemente se acercaban a el por Sirius "el mujeriego" Black, que no hacía más que divertirse sin pensar en los peligros que podrían encontrarse a su alrededor. Ser el único Black en la casa Gryffindor, había hecho sentir a su madre orgullosa, en palabras de Regulus, al ser igual que ella, y no respetar las reglas, pero...¿Que sucedía si Regulus quería ir encontrá de las reglas de sus padres? Simple. Crucios.

A pesar de que sería el próximo Lord Black, parecía que nunca podría hacer orgullosos a sus padres y eso hace mucho lo había entendido. Sabía que cualquier cosa que intentará sería en vano, así que simplemente dejo de intentarlo, y empezó a hacerse sentir orgulloso así mismo.

Cuando cumplió la mayoría de edad, no soportaba estar un segundo más con Orion y Walburga ahí, así que aprovechó para usar su carta bajo la manga. Sabía que siempre había sido el favorito de su tío Cygnus, al este tener puras niñas, así que no desaprovechó la oportunidad y logro comprar una propiedad en Estados Unidos, que al salir de Hogwarts simplemente se fue de Grimmauld Place con su elfo doméstico, sin siquiera despedirse de sus padres.

Después de un año, en el profeta se había dado a conocer la noticia de que Regulus Black trabajaba era parte del "MACUSA" pero sobretodo,era el jefe de aurores. Al parecer había dado una gran cantidad de información para atrapar a todo tipo de criminales que infringieran la ley mágica, al igual, que había hecho una cantidad de misiones en las cuales había salido victorioso, eso había hecho que se ganará un gran puesto, y no solo por su apellido, si no que en verdad, había hecho un gran esfuerzo por conseguirlo y se sentía orgulloso de ello.

Regulus, en realidad, estaba realmente orgulloso de todo lo que había logrado, tanto dentro como fuera de Hogwarts, después de todo, en el colegio había dejado marca, y había logrado poner en alto el nombre de Slytherin. Tenía cientos de trofeos y placas en Hogwarts con su nombre, algunos como la placa de quidditch por jugar como guardian del equipo de las serpientes desde su segundo año y llegar a ser capitan de quidditch en su séptimo año. Su medalla por pertenecer al club de duelo y trofeo al ser seleccionado como el mejor duelista de la generación y claro que su nombre se encontraba en la lista de Premios Anuales.

No obstante, Sirius siempre había querido ser el primero en todo, así que se esmeraba en llegar a un puesto aún más alto que su hermano, pero a pesar de todos sus intentos, todo fue en vano y Regulus termino siendo el mejor en su generación.

Aún recordaba cómo había hablado ( muy a su pesar ) había hablado con la jefa de la casa de los leones, la profesora McGonagall para comentarle que quería ser auror. Tal vez se lo habría comentado al jefe de la casa de Slytherin, pero sabía que este lo persuadiria para no lograr su propósito. Recordaba cada palabra de Mcgonagall, ella había estado realmente orgullosa de escuchar todo aquello, asegurandole que sería uno de los mejores aurores. Y aunque eso no hubiera ocurrido en Londres, estaba dejando una gran marca en Estados Unidos.

Y Regulus era tan ambicioso que se había prometido demostrarle a sus padres que era mejor en todos los sentidos, y que lo haría por su propia cuenta y no por su apellido. Black sabía lo que iba a lograr, y así lo hizo para después demostrarle a todos aquellos que aseguraban que no iba a llegar tan lejos.

Suspiro resignado cuando se encontró frente a la casa de sus padres. Anteriormente su jefe le había pedido tomarse unas vacaciones, al ser apenas un chico de veinte años, que según, "necesitaba disfrutar un poco su vida", así que simplemente había traído a Kreacher consigo, además de que recientemente su padre habia enfermado, pero había una noticia en especial que lo traía de regreso.

La mano en libertad de Eva Rousseau.








































Lune_black

Pequeña aclaración:

Se que Sirius es dos años mayor que Regulus, pero aquí para que concuerde con la trama de la historia, Sirius nació en 1959 y Reg en 1960, antes de septiembre.

𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄; Regulus BlackWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu