Mi Corazón Es Tuyo (#1. Bilogía Amor Eterno)

Su familia

Capítulo 11

Rebecca

La casa de los Torres es hermosa, una casa de dos pisos con un lindo jardín alrededor de ella, que a pesar de que estaba en construcción se podía admirar que era de esas casas lujosas, y,  a pesar de que está en remodelación, seguirá siendo así.

Como decía... sí esa casa se me había hecho espectacular, la que está frente a mí era otro cosa; la casa de la familia Harper era una misión con cientos de metros de jardín, de tres pisos y elegantemente preciosa. La puerta era de un material que no reconocí pero que gritaba que costaba un ojo de la cara. Y ni decir del interior, el piso de mármol, los muebles de madera fina, las escaleras que llenan el primer salón y que a lado de ellas hay un gran pero gran ventanal que deja ver la alberca y parte de ese jardín tan bien cuidado.

—Su casa es muy linda, señor Harper— comenté, girando en mi lugar para ver cada pared de la lujosa mansión.

—Gracias a mí esta casa brilla— la voz de una mujer llama mi atención.

Baja las escaleras con elegancia y una sonrisa en su rostro, tiene los ojos del rascacielos y deduzco que es su madre; la mujer que llamó muy temprano a la oficina para dejar el recado.

—Creí que no ibas a venir— se acerca a su hijo y le da un beso en la mejilla, Harper intentó esquivarlo pero su madre se aferró a sus hombros y logró lo que quería.

—Sino hubiera sido por tu amenaza, no estuviera aquí— rueda los ojos.

—Nunca falla—le guiña un ojo.

—¿Le da miedo que su madre lo tome de la oreja como cuando estaba pequeño?— le pregunté con las cejas hundidas, recordando las palabras de la castaña cuando conteste el teléfono.

—Ese no es el problema— enfoca su mirada en mí.—El problema es que va y armar un drama de telenovela.

—¿Y esta bella criatura?— sus ojos azules me observan con interrogación —¿Quién es?

—Soy Rebecca Villanueva— le extiendo la mano.—La asi...

Me interrumpe.—¡Oh! Por fin mi hijo trae a su novia— los ojos le brillan e ignora mi mano extendida para astrecharme entre sus brazos. Su comportamiento me sorprende y me deja muda al oír todas las barbaridades que dice.

—¡Estoy tan feliz!— sonríe.—Enzzo, cariño, tu novia es muy linda.

—Mamá...

—¡Hasley! ¡Omar!— grita.—Vengan a conocer a la novia de Enzzo.

Sus palabras me hacen abrir y cerrar la boca repetidas veces sin saber que decir y como reaccionar.

—Señora creo que...— trato de explicar pero una chica con los mismos ojos baja haciendo un escándalo.

—¡¿Dónde está?!— grita corriendo. Me busca y se me viene encima abrazándome como si su vida dependiera de ello.

—¡No lo puedo creer!— chilla.—¡Es hermosa!— toma mis cabellos castaños y pasa sus dedos por él.—¿Son pupilentes o son naturales?— me pregunta observando mis ojos con detenimiento.

—Naturales— respondo automáticamente. Miro a la madre del rascacielos y a su hermana, son completamente diferente a lo que me imaginé, y más su mamá.

Si yo estoy loca, ellas me dicen quítate que ahí te voy.

—¡Ay! Ya me imagino a mis sobrinos con los ojos verdes y azules. Serán muy guapos.