Asistentes

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Capítulo 18

Rebecca

Lunes por la mañana, una semana después estaba devuelta en la empresa. Al poner un pie en Art And Freedom todas las personas del primer piso giran a mirarme automáticamente. Cruzo el lugar con sus ojos puestos en mí y observo como varios (en especial las mujeres) murmuran entre ellos.

Sé perfectamente que el tema que se ha tocado estos últimos días fue mi "larga" estancia como la 35, como la asistente personal del señor Harper. Otro tema es el escándalo que se hizo cuando filtraron las fotografías dónde él y yo salíamos... muy íntimos por así decirlo.
Esas imágenes reflejaban todo, menos una relación asistente-jefe. También se corrió el chisme de que yo ya no trabajaba aquí y para mis "compañeros" de trabajo es extraño verme de nuevo en este lugar.

Tengo la desgracia de toparme con la pelirroja de la recepción, parece que nada más me miró y decidió ponerse en mi camino para molestar como la vez pasada, al parecer le gusta meterse en la vida de los demás.

—35— saluda con una sonrisa falsa.

—Buenos días— saludo por educación y la rodeo para seguir caminando.

No tiene caso que me ponga a decirle que me llame por mi nombre cuando se lo he repetido diariamente cuando venía a trabajar.

—¿Qué haces aquí?— pregunta con notable curiosidad y me detengo.—Creí que el jefe te había echado.

Giro.

—Número uno; ¿A ti qué te importa?— la expresión se le contrae, siempre he sido amable con todos pero su actitud me cansa.—Y número dos; él no me echó. Yo renuncie.

—¿Entonces a qué vienes? ¿A rogar para que te contrate de nuevo?

—Eso no debería ser de tu interés— me giro y empiezo a caminar pero me detengo abruptamente por lo que dice:

—Considera que el puesto lo has perdido porque la 36 llegó hace un momento.

Me rehuso a voltearme para preguntar sobre esa persona, resisto el impulso de hacer cualquier pregunta, mucho menos a ella, así que sigo en lo mío y me voy al elevador con la ardilla de mi cabeza dando vueltas.

—¿Me remplazó?— pregunto a la nada.

¡No lo puedo creer!

Sé que necesitaba a alguien en mi lugar, me buscó para intentar convencerme de regresar y no lo hizo, pero aún así... ¡No se esperó! ¿Qué tal si yo cambiaba de parecer y volvía hoy como su asistente? Estaba poco interesado en que yo recuperara mi trabajo.

¡Todo a su conveniencia!

Respiro hondo cuando las puertas se abren y me repito que esto no puede alterarme y mucho menos afectarme. Mi trabajo con el directamente terminó y no puedo hacer nada. Él ya tiene a alguien más y no puedo intervenir.

Mis pies me llevan por el pasillo que acostumbraba a cruzar para ir a mi antiguo lugar de trabajo y me regreso por donde mismo para tomar la dirección correcta que me lleva a la oficina de la señora Edna.

Al llegar pongo mis cosas en el que será mi escritor de ahora en adelante, resignandome a esto y aclarando mi mente. Ahora estaba aquí y con ella, no podía cambiar nada, debía salir adelante.

Toco la puerta de la oficina y escucho la voz de la señora Edna del otro lado de la puerta.

—Buenos días— saludo a las dos mujeres.

Mi Corazón Es Tuyo (#1. Bilogía Amor Eterno)Where stories live. Discover now